«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
entre ellos Marlaska

El dirigente socialista vinculado a una trama de narcotráfico ofreció al capo libanés interceder ante «dos o tres ministros»

El vicepresidente segundo del Parlamento de Canarias y ex presidente del mismo, Gustavo Matos. Europa Press

La información recabada por la Unidad de Asuntos Internos de la Policía Nacional ha revelado que el ex presidente y actual vicepresidente segundo del Parlamento de Canarias, Gustavo Matos (PSOE), se mostró dispuesto a intervenir a favor del empresario libanés Mohamed Jamil Derbah. Matos, de acuerdo con las grabaciones, llegó a plantear gestiones «al más alto nivel», sugiriendo incluso el nombre del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, como posible interlocutor para tratar de frenar las actuaciones policiales contra los clubes cannábicos de Tenerife.

Según la documentación a la que ha tenido acceso El Mundo, dichos locales eran presuntamente una tapadera para el tráfico de drogas, en el marco de una organización con conexiones en distintos sectores económicos e incluso dentro de las propias Fuerzas de Seguridad. En la investigación figuran como imputados el ex jefe policial Francisco Moar y el ex responsable de Seguridad Ciudadana, David Izquierdo, acusados de brindar cobertura a la trama.

Durante una reunión en una cafetería, interceptada por la Policía, Matos no sólo propuso implicar a «dos o tres ministros», sino que ya había contactado con altos cargos en Canarias, como el delegado del Gobierno, Anselmo Pestana, y el subdelegado, Jesús Javier Plata Vera, con el objetivo de aliviar la presión policial sobre Derbah. En el encuentro también estuvo presente Jacob Vega, presidente de Jóvenes Abogados de Tenerife, también imputado por presunta pertenencia a organización criminal.

Los investigadores han interpretado el diálogo como indicativo de una relación basada en favores mutuos y una confianza asentada. Para la Policía, Matos no sólo era consciente de las actividades ilícitas de Derbah, sino que mostró disposición para intervenir en su beneficio. El empresario, por su parte, llega a exponer con claridad su papel dentro del tráfico de drogas en el sur de Tenerife, asegurando que posee varios clubes y protege otros tantos, aunque reconoce que la presión policial impide que estos funcionen.

+ en
Fondo newsletter