«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Sostiene que la relación del PSOE con Venezuela trasciende lo político

El embajador de Guaidó en Budapest, sobre el Gobierno de Sánchez: «Caracas podría ser una importante fuente de financiación para ellos»

Enrique Alvarado en la sede del PSOE con Ábalos. Redes Sociales

El exembajador de Juan Guaidó en Budapest, Enrique R. Alvarado, ha ofrecido nuevos detalles sobre las reuniones mantenidas entre miembros del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y representantes de la oposición venezolana en 2019. Según ha adelantado Alvarado al diario Abc, estas citas reflejaban una estrecha relación de confianza entre José Luis Ábalos y Víctor de Aldama, ambos considerados figuras clave en los contactos entre el PSOE y Venezuela.

Uno de los encuentros más significativos tuvo lugar en la sede socialista de Ferraz, en Madrid. Alvarado recuerda que Aldama llevó a cuatro embajadores designados por Guaidó a la reunión: Antonio Ecarri, Williams Dávila, José Ignacio Guédez y él mismo. Según su testimonio, el objetivo principal era obtener información sobre las deudas de las empresas españolas presentes en Venezuela, un tema de gran interés para Ábalos y Aldama.

Alvarado describe a Aldama como un hombre de «confianza absoluta» para Ábalos. Durante el encuentro, celebrado en el tercer piso de la sede del PSOE, ambos mostraron una gran complicidad. Según el relato del exembajador, el trato fue cordial y se percibía una relación sólida entre ambos. Este vínculo, asegura, es un factor clave para entender la postura ambivalente del Gobierno español hacia Venezuela, especialmente la negativa de Pedro Sánchez a reconocer a Edmundo González Urrutia como presidente electo tras el 28-J.

Alvarado sostiene que la relación del PSOE con Venezuela trasciende lo político, sugiriendo que podría haber intereses financieros detrás de estos contactos. Según su interpretación, habría sido el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero quien convenció a Sánchez de que Caracas podía ser una fuente de financiación para su proyecto político.

Aunque en la reunión inicial no se mencionó la posible influencia de la Internacional Socialista, Alvarado cree que hubo posteriores encuentros entre Aldama, Ábalos y Antonio Ecarri, en los que él no estuvo presente. «Lo que puedo deducir es que había un compromiso claro del PSOE con el régimen de Maduro», explica, añadiendo que la postura de Sánchez de no apoyar ni a Maduro ni a Guaidó refleja una estrategia velada para mantener relaciones con el chavismo.

Aldama, enviado de «buenos oficios» por Sánchez y Ábalos, también viajó a Venezuela con el objetivo de estrechar lazos con la oposición liderada por Guaidó y Henry Ramos Allup, entonces presidente de Acción Democrática y miembro de la Internacional Socialista. Sin embargo, según Alvarado, en Madrid se subestimó la resistencia del régimen de Maduro y se sobreestimó el poder de Guaidó, cuyas divisiones internas terminaron debilitándolo.

Para Alvarado, las pruebas apuntan cada vez más a un plan conjunto entre el PSOE y el régimen de Maduro para financiar el proyecto político de Pedro Sánchez, con Ábalos como figura central. Según su testimonio, este supuesto acuerdo explicaría muchas de las decisiones tomadas por el Gobierno español respecto a Venezuela, incluidas las que aparentan neutralidad pero que, en su opinión, benefician indirectamente al chavismo.

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