Las cifras de criminalidad en Pamplona reflejan un panorama preocupante: entre enero y septiembre se ha registrado un aumento del 38% en daños a vehículos, un incremento del 67% en robos con fuerza en el interior de vehículos y un 31% de crecimiento en robos de vehículos. Además, los robos con fuerza en viviendas y locales han aumentado un 31%, mientras que las okupaciones y los allanamientos muestran incrementos alarmantes del 362% y 200%, respectivamente.
Esta escalada de delitos ha desencadenado un intenso cruce de acusaciones en el pleno del Ayuntamiento de Pamplona, donde Javier Labairu, del grupo UPN, criticó duramente la gestión de Endika Alonso, concejal de EH Bildu responsable de seguridad ciudadana. Labairu acusó a Alonso de falta de rigor en la recolección y análisis de datos, y le recriminó no haber presentado el Plan de Seguridad prometido hace seis meses para abordar estos problemas. «Primero se recogen los datos, luego se analizan y después se actúa en consecuencia; algo que usted no ha hecho», insistió Labairu, reclamando mayores recursos y planificación para enfrentar la creciente inseguridad en la ciudad.
Endika Alonso respondió a las críticas citando un refrán: «Al enemigo que huye, puente de plata», sugiriendo que la falta de un plan actualizado no es exclusiva de este gobierno, sino que ya existía en la administración de UPN. El concejal de EH Bildu aseguró que el equipo de gobierno está trabajando en el asunto y que ya está prevista una reunión de coordinación policial para finales de mes. Además, afirmó que, aunque la criminalidad ha crecido, el aumento está por debajo de la media nacional.
A pesar de la discusión, el pleno aprobó con los votos de UPN y PSN el punto 3 de la declaración, que insta al gobierno a seguir trabajando en la mesa de coordinación policial. Sin embargo, la propuesta de UPN para requerir un Plan de Seguridad Ciudadana inmediato fue rechazada. Desde PSN, Eloy Del Pozo enfatizó que los datos deben presentarse de manera cuidadosa para no generar una sensación de inseguridad innecesaria. «La presencia policial en las calles ha aumentado, en bicicleta y a pie, y no percibimos la situación tan alarmante», concluyó.
La realidad es que Pamplona carece de un Plan de Seguridad desde 2021, cuando venció el anterior que estuvo en vigor desde 2017.