«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
«lo que aquí se juega no es solo un partido, sino una memoria que sigue sin repararse»

El festival Ex Abrupto arranca con un partido de fútbol en el que una réplica de la cabeza de Franco es utilizada como balón

Cartel del festival Ex Abrupto. Redes Sociales

El próximo jueves 3 de julio, el festival de creación contemporánea Ex Abrupto inaugurará su décima edición con una performance que promete levantar polémica: «La copa del Generalísimo», una acción artística en forma de partido de fútbol en la que los jugadores chutarán una réplica de la cabeza de Francisco Franco en lugar de un balón. La propuesta lleva la firma del artista Eugenio Merino, conocido por sus provocadoras intervenciones.

En obras anteriores, Merino encerró a Franco dentro de una máquina de refrescos o convirtió su busto en un saco de boxeo. Ambas acciones le valieron denuncias por parte de la Fundación Francisco Franco, que fueron desestimadas por los tribunales. En esta nueva pieza, el artista se une al colectivo estadounidense Indecline, célebre por sus «intervenciones de alto voltaje en el espacio público internacional».

El escenario del partido también posee una fuerte carga simbólica: una antigua línea de trincheras republicanas de la Guerra Civil, en las afueras de Moià. Según los organizadores, «la pelota es la cabeza de un dictador, pero también un mensaje: lo que aquí se juega no es solo un partido, sino una memoria que sigue sin repararse». Merino, por su parte, ha subrayado que «me parece urgente visibilizar lo que fue la dictadura, porque tras décadas de blanqueo, los discursos de la ultraderecha están calando en la juventud actual».

El evento se enmarca en una serie de partidos performativos que Merino e Indecline han organizado desde 2020 en distintos lugares del mundo, en los que sustituyen el balón por representaciones de figuras de la derecha local. En la frontera de México jugaron con la cabeza de Donald Trump, en Múnich con la de Otto von Bismarck y en São Paulo con la de Jair Bolsonaro, una intervención que generó una denuncia por incitación al odio.

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