El mayor fracaso que se produjo este pasado domingo lo protagonizaron las casas demoscópicas. Salvo honrosas excepciones, todas inflaron las expectativas del Partido Popular. Entre ellas, la palma se la llevó GAD3, la empresa que más prestigio tenía entre el aparato mediático de Génova, a cuyo presidente, Narciso Michavila, pasearon en las radios y platós de televisión asegurando una mayoría de Feijoo —si bien no absoluta, sí aplastante—: no bajaría de 150 diputados.
Durante toda la campaña, el gurú demoscópico del PP, afirmó que los datos que iba recabando su empresa aseguraban una mayoría absoluta de la oposición, con los de Feijoo por encima de los 150 — 160 si la gente votaba bien— y un VOX a la baja rondando los 30, pero que garantizaría una victoria holgada para echar a Sánchez.
Pocos días antes de los comicios, cuando ya no podían publicarse más encuestas, Michavila fue el invitado de honor en el programa Es la Mañana de Federico de esRadio. Si bien dijo que «el partido» hasta que no se contara «el último voto» no estaba decidido, aseguró que el voto se había movido «muy poco» en la campaña electoral.
«El que haya seguido el tracking de GAD3 para ABC habrá visto que a diferencia de otras elecciones se ha movido muy poco», dijo en referencia a los sondeos que disparaban al PP, insinuando que ese voto no lo iba a cambiar un «debate», un «tuit» o una «foto». Michavila dijo que eso se debía a que «hemos vivido una pandemia», una situación «económica, personal, familiar, empresarial que ha impactado muchísimo, ha habido unos cambios de valores enormes», se ha hecho una política desde el Gobierno central que «ha tenido una traslación en las urnas», afirmó.
«Es decir, lo que nos han ido dando las encuestas va en línea con lo que votaron las andaluces el año pasado, los madrileños y los castellanosleoneses hace dos, los gallegos, etc…», aseguró el presidente de GAD3, que añadió que para él, «la prueba al algodón» fue «lo que votó todo el electorado español» en las elecciones municipales del 28 de mayo. Unos comicios que provocaron «por primera vez en la historia» que el presidente del Gobierno «se vea forzado por el propio electorado a convocar elecciones». Vamos, que el pescado estaba vendido.
Michavila apeló, como no, al cacareado voto útil. «Si la derecha se supiera la ley electoral lo que tendría que estar haciendo el partido minoritario es decirle a su primo de Madrid oye, tú vota en Madrid a esto que nos gusta, que yo voy a hacer un voto útil en las pequeñas«.
Entre las llamadas de los oyentes, muchos confesaban querer votar a VOX, pero estaban indecisos por las llamadas al voto útil. Michavila fue claro en su respuesta, por ejemplo, en el caso de Salamanca: «Es una batalla Feijoo-Sánchez Sánchez-Feijoo. Ahí el que vote a Sumar o vote a VOX está premiando al contrario», aseguró.
«El escenario está muy pintado: la derecha tiene muy fácil ahora mismo optimizar, y llegar a las 160 del PP, que es la pesadilla de Sánchez, depende de cómo optimice», concluyó el presidente de GAD3. La realidad la conocemos: el resultado de las llamadas al voto han provocado que Sánchez tenga muchas posibilidades de permanecer en La Moncloa.