El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el ministro de Política Territorial y Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, se preparan para dar un paso más contra los cristianos en el Valle de los Caídos, conjunto monumental formado por una basílica, una abadía y una cruz de 150 metros de altura -—la más grande del mundo— asentada sobre la cumbre de un risco que domina todo el valle circundante.
Después de la exhumación de Francisco Franco en 2019 (alegando que no había sido víctima de la Guerra Civil), la posterior extracción de José Antonio Primo de Rivera (que sí fue víctima) y la persecución contra los monjes benedictinos que llevan años viviendo en la abadía, el Gobierno se prepara para modificar el interior del Valle de los Caídos.
Según han adelantado fuentes a LA GACETA, una empresa de iluminación ha sido contratada por Patrimonio Nacional para llevar a cabo un nuevo proyecto de alumbrado dentro de la basílica. Hace escasos días se reunieron y, además de informarles sobre los carteles «explicativos» que quieren poner por todo el templo, les adelantaron que la cúpula se cubrirá totalmente de blanco.
La cúpula de la basílica del Valle de los Caídos presenta una obra de arte en forma de mosaico creada por Santiago Padrós (pintor español). En el centro de la cúpula se encuentra la figura de Cristo Pantocrátor, rodeado por un mandorla, que es un elemento típico del arte románico, formada por alas de serafines y querubines. Esta representación muestra a Cristo como todopoderoso, Rey y Juez, sosteniendo el libro de la Vida con la inscripción «Ego sum lux mundi» (Yo soy la luz del mundo).
Además, el mosaico incluye una serie de figuras de santos y mártires importantes en la historia de España. Estos santos y beatos están representados con gran detalle, y su presencia está basada en descripciones simbólicas de textos del Antiguo y Nuevo Testamento. Los ángeles, también presentes en el mosaico, portan incensarios y espadas, reforzando la iconografía celestial.
Mientras tanto, el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso sigue negándose a nombrar el Valle Bien de Interés Cultural (BIC) alegando que no le compete. De esta forma, ha desestimado las peticiones realizadas por la Asociación para la Defensa del Valle de los Caídos, VOX y la Asociación por la Reconciliación y la Verdad Histórica.
