«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
A PREGUNTAS DEL GRUPO PARLAMENTARIO VOX

El Gobierno señaló que el suministro eléctrico estaba asegurado días antes de cortar la luz a la gran industria

Pedro Sánchez y otros miembros del Gobierno. Europa Press

Los españoles, como el resto de los europeos, están sufriendo una subida acelerada del precio de la electricidad, debido al fiasco de las renovables. Con menos viento y menos sol, las tecnologías solar fotovoltaica y eólica generan muy por debajo de su potencia instalada, y las empresas productoras han de recurrir al carbón, al gas natural o a la nuclear. Pero la realidad no va a distraer al Gobierno del PSOE y al «bloque de la investidura» de sustituir las centrales nucleares, térmicas y de gas natural por molinos y placas solares.

Entre los días 11 y 13 de diciembre, las centrales de ciclo combinado (gas natural) y las nucleares generaron más del 50% de la energía demandada en España. Aparte de disparar el precio del MWh, Red Eléctrica Española, la empresa semipública (la SEPI posee un 20% de su capital y designa a su presidente, en la actualidad Beatriz Corredor, exministra de Zapatero) gestora del sistema de distribución eléctrico ha tenido que activar un mecanismo de último recurso: la orden a varios grandes consumidores de detener su actividad durante unas horas, para dejar de «chupar» fluido de la red. Este suceso ocurrió dos veces, los días 11 y 12.

Los factores de esta crisis energética, que puede mantenerse en los meses siguientes, son la falta de generación de las renovables; el aumento del frío y con él la demanda a medida que nos acercamos al invierno; y la parada programada de un reactor de la central de Ascó. El más grave, sin embargo, es el «negacionismo» de los riesgos para el suministro a los ciudadanos por parte del Gobierno socialista español, apóstol convencido de las renovables.

Tres diputados de VOX, José María Figaredo, Ricardo Chamorro y Patricia Rueda, presentaron una pregunta al Gobierno sobre la viabilidad de la energía nuclear, a la vista del plan del PSOE para cerrar todos los reactores que aún quedan en España. La respuesta escrita se conoció el 8 de diciembre. El Gobierno asegura que el cese de explotación escalonado del parque nuclear es compatible con la plena garantía del suministro eléctrico, según el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima 2021-2030 (PNIEC) y los informes de REE. Tan asegurado está el suministro eléctrico que, como explicamos, REE ha tenido que desconectar temporalmente a varias grandes industrias electrointensivas. El Gobierno que lucha contra los bulos como combate el cambio climático ha difundido uno de ellos, desmentido a los pocos días.

Además, estas industrias no han cortado su actividad por amor a los españoles ni al medio ambiente. Lo han hecho porque están incluidas en el Sistema de Respuesta Activa de la Demanda (SRAD), un acuerdo por el que las industrias de gran consumo eléctrico aceptan reducir la potencia demandada en cuanto se lo ordena REE a fin de asegurar el funcionamiento del sistema. Los adheridos al SRAD se comprometen a reducir su consumo con una duración máxima de 3 horas al día por proveedor y con un preaviso mínimo de 15 minutos por parte de REE. A cambio de la desconexión, REE les indemniza.

En noviembre pasado, se celebró la subasta del SRAD para 2025 y quedó el precio de 56,43 euros por cada megavatio asignado y hora por su disponibilidad para reducir su consumo frente a los 40,82 euros/MWh aplicados en 2024, con lo que se ha incrementado un 38%. Ese dinero lo abona REE a las empresas adheridas. El coste ha crecido tanto porque el año que viene subirán el precio medio de la electricidad y la potencia eléctrica afectada. Y luego algunos se asombran de que la inflación siga alta. Es decir, el desastre del sistema eléctrico español lo pagan siempre los españoles, sea en su factura o sea en sus impuestos.

Mientras tanto, la principal responsable del encarecimiento de la electricidad y de la pérdida de competitividad de la industria, la socialista Teresa Ribera, ministra para la Transición Ecológica en los gobiernos de Sánchez, ha sido recompensada con el puesto de vicepresidenta de la Comisión Europea. Cuando en junio se presentó a las elecciones al Parlamento Europeo como primera de la lista del PSOE, Ribera recibió 5,2 millones de votos. Muchos españoles aceptan pasar frío en sus casas a cambio de que gobierne su partido.

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