El grupo de accionistas de Prisa afín al Gobierno busca a la desesperada inversores extranjeros para intentar hacerse con el control de la compañía propietaria de El País y la Cadena SER. Entre los perfiles valorados, vuelve a aparecer el nombre de George Soros (cuyas inversiones gestiona ahora su hijo Alex Soros), con quien se reunió Pedro Sánchez tras ser elegido presidente del Gobierno.
El magnate habría sido contactado, según fuentes financieras de alto nivel, para tantear una posible entrada en el capital del grupo mediático español. El interés se centra en articular una operación que debilite la influencia de Joseph Oughourlian, actual presidente y mayor accionista de Prisa, que ostenta el 29,9% de los títulos y mantiene una sólida posición de control.
Cualquier intento de desbancar a Oughourlian, sin embargo, pasa por una adquisición a gran escala. La normativa del mercado establece que quien supere el 30% del capital está obligado a lanzar una Oferta Pública de Adquisición (OPA) sobre la totalidad de la empresa, lo que implicaría una inversión de entre 800 y 900 millones de euros. Un escenario complejo y de elevado riesgo financiero.
En este contexto, el entorno gubernamental ha empezado a sufrir pérdidas significativas de apoyo dentro del accionariado. Una de las salidas más destacadas ha sido la de Daniel Romero Abreu, empresario vinculado a la órbita del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. Se desprendió de sus 3,8 millones de acciones a finales de marzo, que acabaron en manos del propio Oughourlian.
Y no es el único en salir. Otros inversores considerados próximos al Ejecutivo de Pedro Sánchez también estarían preparando su retirada. Entre ellos figuran Fernando Ocaña, que posee un 1% del capital, y Pedro Escudero, con un 2%. La participación total del bloque progubernamental se ha erosionado notablemente, reduciéndose desde el 17% original tras la ampliación de capital que Prisa ejecutó recientemente.
Esa ampliación —clave en la batalla accionarial— permitió al financiero franco-libanés reforzar su posición de cara a la próxima junta de accionistas del 14 de mayo. Aunque el grupo Vivendi, con el 11,8% de las acciones, llegara a alinearse con el sector afín al Gobierno, la mayoría de Oughourlian parece asegurada… a menos que el conflicto judicial que se ha abierto modifique el tablero.
