El municipio de Salt (Gerona) sigue en vilo ante la situación generada tras el desahucio a un imán en la ciudad y las protestas de inmigrantes islamistas.
El alcalde, Jordi Viñas (ERC), ha hecho un llamamiento a la calma y a la tranquilidad de la ciudadanía, y desde la Consejería de Interior se ha anunciado un refuerzo del despliegue de los Mossos para dar «sensación de seguridad».
El conflicto estalló cuando el imán, de origen subsahariano, fue desalojado de la vivienda en la que llevaba cinco años sin pagar el alquiler, según recoge e-noticies. Lejos de aceptar la resolución judicial, intentó volver a entrar en la vivienda de forma irregular, lo que provocó su detención por parte de los Mossos.
Detrás de las protestas se encuentra el Sindicato de la Vivienda, una organización de tendencia izquierdista que ha avivado la indignación contra las autoridades. En este sentido, el sábado se celebrará una manifestación «por el derecho a la vivienda, y contra el racismo y la violencia policial». Está apoyada por entidades como «octubre antirracista» y la federación de entidades socioculturales, entre otras.