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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

El marido de Susanna Griso: 'España nos pisa para sentirse viva'

«Un pueblo que pisa otros pueblos para seguir sintiéndose vivo es en la antesala de su fallecimiento», ha asegurado.


Carlos Torras, marido de Susana Griso ha vuelto a la carga con un artículo bochornoso en El Nacional.cat, una de las terminales mediáticas del independentismo en Cataluña.
El artículo, que se titula «España: pisar o morir», tacha a los españoles de «invasores»: «Un pueblo que pisa otros pueblos para seguir sintiéndose vivo es en la antesala de su fallecimiento. Esto lo sabemos los pueblos que luchamos por algo más que por una bandera, un himno, un rey, un ejército o una unidad ficticia forjada a tuberías o encarcelando buenas personas».
«La euforia madrileña debe de parecerse mucho a la vivida durante las últimas -y esporádicas- victorias previas a la pérdida definitiva de Cuba o en las guerras de Sidi Ifni, en el que Franco ganó el prestigio como militar y perdió a cambio de un testículo. Pero da igual, en un imperio que sigue en descomposición cualquier pequeña victoria se debe celebrar como si fuera la conquista de Egipto por Napoleón», mantiene.
«Mucha gente lo verbaliza abiertamente estos días refiriéndose a Cataluña como «tierra reconquistada». También he oído la expresión que ahora «hay reconstitucionalizar» Cataluña. En la línea del afán del ex ministro Wert para españolizar a los alumnos catalanes. O sea de adoctrinarlos, pero en el buen sentido», asevera.
Torras tiene para todos y ensalza la figura de los políticos que participaron en el intento de golpe de Estado el pasado 1-O: «Hay que recordar una vez más que la sociedad estuvo a la altura de las circunstancias del 1 de octubre. Y también lo habría sido si la declaración de independencia del 27 de octubre hubiera sido efectiva y no simbólica. Nadie se habría escondido en casa. Deberíamos dado la cara aunque a alguno, seguramente, la hubieran roto».
 

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