El Partido Popular celebró este lunes en Barcelona la conferencia Camino de la recuperación a la que asistieron los principales representantes de los populares europeos y que clausuró el líder del PP, Alberto Núñez Feijoo.
Acompañados del líder del PPE en la Eurocámara, Manfred Weber, y con el objetivo de apoyar la recuperación económica y censurar la estrategia política del Gobierno español que lidera Pedro Sánchez, lo que más sorprendió de la cita fue la elección de sus invitados; en concreto, la de uno de ellos, Josep Sánchez Llibre.
El presidente de la patronal catalana Foment del Treball, también exportavoz de CiU, defensor de la amnistía y del «Estado plurinacional», pidió al PP «complicidad» con PNV y Junts para neutralizar el pacto PSOE-Sumar, que asegura que «es lo que más preocupa a los empresarios».
En una mesa redonda en la que también participó el alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, y el diputado y secretario de Acción Institucional del PP, Esteban González Pons, animó a los populares a «buscar la máxima complicidad con formaciones como el PNV y Junts, porque hay mucha coincidencia entre planteamientos ideológicos y económicos».
El nacionalista aprovechó así esta invitación del PP para pedir contactos con los separatistas y nacionalistas, pese a que son estos los culpables de la huida de miles de empresas de Cataluña como consecuencia del golpe de Estado que lideraron en 2017. Ese mismo golpe que ahora también maquinan de la mano del presidente del Gobierno, hoy no desde Cataluña sino desde la Moncloa.
Dentro del PP, no hubo reacciones a esta petición de Llibre, excepto la del presidente del PP catalán, Alejandro Fernández. A través de su cuenta en X (antes Twitter),ha criticado que «es un clásico en Cataluña: las élites que, tras apoyar los pactos de Sánchez, nos piden que les rescatemos…de los pactos de Sánchez».
No es la primera vez que la de Fernández es la voz discordante dentro de la formación. Mientras sus compañeros de partido se sentaban a negociar con Junts para sacar adelante la, finalmente, fallida investidura de Feijoo, el catalán mostró públicamente su malestar por estos contactos. «El error es identificar tener un discurso propio con hacer una especie de nacionalismo light. La clave del discurso tiene que ser, precisamente, defender desde Cataluña que todos los españoles unidos somos más fuertes», aseguró en una entrevista en el diario El Mundo.
Este discurso es diametralmente opuesto al del líder del PP, que insiste en la manida moderación para poder acercarse al empresario de la región.
