Los socialistas y ERC apuran los últimos días de julio para tratar de alcanzar un acuerdo que permita a los republicanos votar a favor de la investidura del socialista Salvador Illa como nuevo presidente de la Generalidad y evitar una repetición de elecciones en octubre.
Pese a que los sondeos vaticinan un descenso de ERC, que podría perder hasta cuatro diputados, ERC exige un «cupo catalán» diferenciado del resto de comunidades.
Los socialistas están dispuestos a conceder que Cataluña recaude todos los impuestos de la comunidad, pero a través de un consorcio, idea que ERC rechaza. «No somos una sucursal de la Hacienda española«, dicen.
Mientras, el expresidente de la Generalidad y candidato de Junts a la reelección, Carles Puigdemont, se ha refirmado en su decisión de volver a España y de asistir al debate de investidura del Parlament. «No habrá más campañas electorales en el exilio. Las próximas campañas electorales serán allí y yo estaré, cueste lo que cueste y pese a quien le pese», ha señalado.
Desde Junts se señala que es una «amenaza real de que haya un Govern presidido por Illa, «mucho más cercano a lo que representa Josep Borrell que a lo que representó José Montilla». «Si Illa es presidente tendremos que olvidarnos de construir un estado propio», agregan.