La esposa de Pedro Sánchez, Begoña Gómez, fue convocada a testificar como imputada este viernes, debido a dos presuntos delitos relacionados con tráfico de influencias y corrupción empresarial. Estos cargos se originan a partir de una denuncia interpuesta por el sindicato Manos Limpias en el Juzgado de Instrucción número 41 de Madrid.
Pese a haberse negado a declarar por segunda vez ante el juez Juan Carlos Peinado, Begoña Gómez se enfrenta ahora una nueva acusación de Manos Limpias. Miguel Bernard, su portavoz, ha anunciado que ampliarán la denuncia inicial para incluir un presunto caso de intrusismo profesional.
Esta nueva línea de investigación surge de un informe reciente de la Universidad Complutense de Madrid (UCM). El documento no aclara por qué Begoña Gómez firmó una factura y los términos técnicos de una licitación de 60.000 euros, adjudicada a Deloitte Consulting para desarrollar un software para su Máster, cuando aparentemente carece de la formación y especialización requeridas.
El pasado 1 de junio, este posible conflicto ya había sido mencionado. Pedro José de la Torre, decano del Colegio Profesional de Ingenieros Técnicos en Informática de Andalucía (CPITIA), instó a la Junta de Gobierno del Consejo General de Colegios Oficiales de Ingeniería Técnica Informática (CONCITI) a tomar medidas contra Gómez por el mismo contrato y la factura relacionada.
El abogado del sindicato Manos Limpias ha hecho este anuncio tras una mañana en la que, en medio de un gran dispositivo policial, Begoña Gómez ha accedido de nuevo a través del garaje, como había solicitado su defensa, para no ser captada por las cámaras de los medios que han acudido a las inmediaciones para cubrir la declaración.