El Tribunal Supremo ha dado la razón a VOX tras ser excluidos de un debate previo a las elecciones catalanas del 12 de mayo organizado por la asociación Deba-t.org. Celebrado en la Universidad Pompeu Fabra (UPF), la formación soberanista fue excluida —pese a ser entonces primera fuerza nacional con 11 escaños— con el objetivo de que «nadie rompiese el discurso único del resto de partidos», según denunciaron. Sin embargo, la entidad sí invitó al PSC, ERC, CUP, Ciudadanos, Comuns/Sumar, el partido de Carles Puigdemont y al PP, que no se solidarizó con esta postura.
Ante esta exclusión, VOX decidió acudir a la Junta Central días antes para poder participar y la decisión fue clara: debían estar presentes. Pese a ello, dijeron que la formación de Santiago Abascal no tendría representación y el día del evento se presentó Joan Garriga, diputado de VOX en el Parlamento catalán, con el objetivo de que la sentencia se cumpliese. Optaron por no incluirle y jóvenes afines allí presentes lograron que el debate no se llevase a cabo.
La organizadora le espetó que hablan «con todos los partidos menos con la extrema derecha», al tiempo que acusó a la formación de Santiago Abascal de «no respetar los derechos humanos». A lo que Garriga le indicó que él participaría en el debate porque «estamos en democracia» y subrayó que la Junta Electoral había asegurado que VOX debía estar en ese debate. «Tengo una responsabilidad que es representar a los 270.000 votantes de Vox. (…) Y la ley me ampara», expresó Garriga.
Finalmente, la Junta Electoral les sancionó y desde la organización decidieron recurrir, enviando el caso al Tribunal Supremo. Ahora, varios meses después de la convocatoria electoral que llegó a Salvador Illa a la presidencia de la Generalidad, el Supremo ha fallado a favor de VOX, obligando a la asociación Deba-t.org a pagar 4.000 euros en costas.