La Sala de lo contencioso administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx) ha dictado una sentencia en la que condena a la Junta de Extremadura a pagar más de 13.000 euros a cada uno de los progenitores de José María Piris Carballo, el primer niño asesinado por ETA, en 1980.
Los padres de José María, que entonces tenía 13 años de edad, recurrieron las resoluciones del Consejero de Presidencia, Interior y Diálogo Social tras denegar a los progenitores la indemnización por fallecimiento de su hijo como consecuencia de acto terrorista «por falta de acreditación de los requisitos exigidos para su concesión», señala el fallo en el que estima los recursos.
De este modo, la Junta es condenada a abonar la indemnización prevista en la Ley de asistencia y reconocimiento a las víctimas de terrorismo de Extremadura, tal y como se indica en una resolución de la Consejería de Presidencia que publica este lunes el Diario Oficial de Extremadura.
El pequeño José María murió en marzo de 1980 en Azkoitia (Guipúzcoa), hasta donde su familia había emigrado desde San Vicente de Alcántara (Badajoz), localidad que le rindió homenaje el pasado verano. Falleció como consecuencia de la explosión de un paquete bomba que ETA había colocado en los bajos del coche de un guardia civil, dentro de una bolsa de deporte que se desprendió al arrancar el vehículo.