«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
«que nos llevará de nuevo a las puertas de la República Catalana»

ERC votará en su próximo congreso el inicio de «un nuevo procés»

El presidente de ERC, Oriol Junqueras y la secretaria general de ERC, Elisenda Alamany. Kike Rincón

La estrategia de Pedro Sánchez para mantener la estabilidad política en Cataluña empieza a tambalearse. La acumulación de concesiones a Junts y Esquerra Republicana de Catañuña (ERC) ha servido para garantizar apoyos parlamentarios, pero no ha logrado aplacar las tensiones dentro del bloque independentista. Mientras en Junts ironizan en privado sobre la facilidad con la que el presidente cede a sus exigencias, ERC se siente relegada y busca recuperar protagonismo.

El partido liderado por Oriol Junqueras ha diseñado una nueva hoja de ruta que se plasmará en su próxima ponencia política de cara al congreso que celebrará en marzo. El documento, al que ha tenido acceso El Confidencial, reafirma su apuesta por la independencia y proclama que la única solución al conflicto con el Estado pasa por la celebración de un referéndum vinculante. «Iniciamos un nuevo ‘procés’ que nos llevará de nuevo a las puertas de la República Catalana», señala el texto, en el que se plantea el objetivo de reactivar la movilización social y política con las elecciones municipales de 2027 como horizonte.

ERC se enfrenta a una crisis de identidad dentro del independentismo. La formación republicana considera que los avances logrados en los últimos años han sido fruto de su estrategia de pactos con el Gobierno central, pero lamenta que el mérito se lo esté llevando Carles Puigdemont. «Parece que todo lo ha conseguido Puigdemont, cuando en realidad ha sido gracias a ERC«, admite una fuente interna del partido.

Para contrarrestar la percepción de que se han convertido en un aliado sumiso del PSOE, ERC pretende distanciarse de la imagen de partido institucionalizado y volver a posicionarse como el referente del soberanismo, con una estrategia más beligerante. «Debemos dejar de ser vistos como un simple apéndice del Gobierno», afirman.

El documento de la ponencia política no se limita al discurso independentista, sino que exige un refuerzo de la autonomía en múltiples ámbitos, con especial énfasis en la gestión fiscal y el control de la inmigración.

Uno de los ejes clave es la creación de una Hacienda catalana propia, con un traspaso progresivo de competencias desde la Agencia Tributaria estatal. ERC propone que, a partir de 2025, la Agencia Tributaria de Cataluña (ATC) asuma gradualmente la recaudación de los impuestos, comenzando por el IRPF. «El Estado tiene en Cataluña 40 delegaciones con casi 5.000 funcionarios. Se deberá acordar el traspaso», señala el documento.

Otro punto destacado es la gestión exclusiva de la inmigración, un área en la que ERC aspira a tener «todas las herramientas de un Estado» para poder aplicar políticas diferenciadas a las del Gobierno central. En la misma línea, el partido defiende la creación de un sistema aeroportuario propio, con el control de los aeropuertos de Girona, Reus y Sabadell como primer paso antes de reclamar el de El Prat.

ERC también plantea una reforma profunda del sistema judicial en Cataluña. Su propuesta incluye la creación de un Consejo de Justicia Catalán que actuaría como un órgano de autogobierno del poder judicial en la comunidad, y convertiría al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña en la máxima autoridad jurisdiccional, en sustitución del Tribunal Supremo español.

Además, apuesta por una legislación propia en materia laboral, con un salario mínimo diferenciado del estatal y una ley electoral propia, un asunto que ha sido históricamente una asignatura pendiente en Cataluña.

En el ámbito financiero, ERC no sólo insiste en el control de los impuestos, sino que reclama que se formalice y materialice la financiación singular que acordó con el PSOE en la investidura de Salvador Illa. En el texto se subraya que el pacto requiere de un despliegue exhaustivo, con medidas como el incremento de recursos destinados al estado del bienestar, la compensación de los desequilibrios del actual modelo y la creación de un consorcio para gestionar inversiones en Cataluña.

El partido exige que el cumplimiento del acuerdo con Sánchez sea total, sin concesiones ni dilaciones. «Es necesario garantizar el 100% del pacto y, si no se cumple, visibilizar que el responsable es el PSOE», advierte el documento.

ERC no limita su ambición soberanista a Cataluña. En la ponencia política, los republicanos incluyen la necesidad de extender su proyecto a la Comunidad Valenciana y a las Islas Baleares, territorios que consideran parte de los «Països Catalans». En este sentido, argumentan que estas regiones han sido sometidas a «ataques constantes» por parte del Estado español y el francés, y proponen medidas para reforzar su conexión con el proyecto independentista catalán.

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