El escenario desatado por la presencia de cerca de 500 sintecho en las inmediaciones de la T4 del aeropuerto Madrid-Barajas parece ir a peor. Empleados de la terminal han asegurado que la situación se ha vuelto «insostenible», en medio de un ambiente en el que diariamente les toca lidiar con el peligro constante de ser agredidos.
Parte de esta situación es retratada por el personal de limpieza que trabaja en esta zona del aeródromo. Aunque el problema de las personas sin hogar que se quedaban a dormir allí siempre ha existido, de un tiempo a la fecha se ha incrementado considerablemente. «Esto ha crecido, es un no parar, es insostenible», han dicho. Esto ha provocado que el acceso a las terminales del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas se limite a partir de ahora a pasajeros y acompañantes en algunas franjas horarias. En estas franjas horarias accederán a los terminales del aeropuerto los pasajeros con tarjeta de embarque, sus acompañantes tanto de salida como de llegada, y los trabajadores del aeropuerto.
Estos mismos trabajadores han precisado a ABC que uno de los momentos más duros de su jornada es justamente el que ocurre cuando corresponde la limpieza de los aseos, en los que en múltiples ocasiones han conseguido a los sintecho consumiendo sustancias estupefacientes. Comentan que se han pinchado accidentalmente con jeringuillas que son dejadas allí y que no se sabe si están contaminadas, por lo que han tenido que someterse a pruebas periódicas para descartar VIH, entre otras enfermedades infecciosas.
«Se lanzan culpas los unos a los otros»
Desde VOX la portavoz en el Congreso, Pepa Rodríguez de Millán, ha llamado la atención sobre el tema, señalando el peloteo entre distintas instituciones para no terminar haciendo nada al respecto. «Se lanzan culpas los unos a los otros y, entre tanto, quienes pagan las consecuencias son los de siempre».
Por tanto, ha reclama «el desalojo inmediato de personas sin hogar que ocupan de forma permanente la terminal», el refuerzo urgente de los servicios de limpieza y desinfección, el aumento de efectivos policiales y medidas concretas de seguridad y un «compromiso firme del Ministerio del Interior con la seguridad aeroportuaria». «Esto es ya una aproximación más al tercer mundo que a la sociedad moderna y próspera que debería ser España», dijo Rodríguez de Millán.