El sector agroalimentario español se convirtió en el mayor proveedor de sandía de la Unión Europea en 2024 con 606,52 millones de kilogramos (33,36%), consolidando su posición en el mercado comunitario y ganando terreno frente a otros países exportadores. La cifra refleja un aumento del 14,44% en comparación con los registros de 2022, según datos publicados por el medio especializado alemán Fruch Portal.
Este crecimiento coincide con un notable retroceso de uno de los principales competidores de España: Marruecos. El país norteafricano, que llegó a ocupar la segunda posición en 2022, cayó hasta el sexto puesto en el último año. Sus exportaciones al mercado europeo descendieron un 62,2% respecto a su máximo histórico, también registrado en 2022.
En este nuevo escenario comercial, Italia se posicionó como el segundo mayor vendedor de sandía a la UE, con 264,22 millones de kilogramos, lo que representa un 14,53% del total importado por los países comunitarios. El descenso marroquí ha abierto una ventana de oportunidad para los productores europeos, especialmente los españoles, que han sabido reforzar su papel en plena temporada estival.
La sandía, producto estrella de los meses de calor y valorada por su bajo contenido calórico y alto poder refrescante, ha cobrado protagonismo entre los consumidores europeos. La estabilidad en la calidad del producto español, junto con una logística más consolidada y cercana al centro del continente, ha sido clave para este repunte de ventas.
La situación refleja, además, cómo factores como la gestión logística, la percepción del consumidor y las regulaciones fitosanitarias pueden alterar el equilibrio entre competidores en el mercado agrícola europeo. La pérdida de cuota de mercado por parte de Marruecos podría deberse también a restricciones medioambientales, problemas en el transporte o tensiones comerciales con algunos países de la UE.