El polémico Gabriel Rufián ponía como excusa una supuesta enfermedad de su hijo para no ir a trabajar. Al final acabó siendo despedido. Su actual trabajo, de diputado nacional, le reporta unos ingresos de más de 100.000 euros cada año.
Los periodistas Raquel Tejero y Borja Jiménez (Okdiario) han estado en el antiguo trabajo del portavoz de ERC en el Congreso Gabriel Rufián, del que, recuerdan, «aseguró que en 18 meses lo dejaría (su escaño)«. Han podido comprobar que no tenía el mismo apego a su puesto de trabajo en la empresa Maipu Works, una compañía de recursos humanos en la que permaneció durante un año y de la que «fue despedido por absentismo laboral», según informa Okdiario.
El polémico diputado de ERC era el encargado de contratar personal. Ejerció sus labor de recursos humanos, mal que bien, desde mayo de 2014 hasta mayo de 2015, fecha en la que dejó de tener responsabilidades en la empresa.
“No venía a trabajar”, explican en Maipú Works, desde donde señalan que “como estaba vinculado a otras cosas, se ausentaba del trabajo”. Un trabajo en el que estuvo durante un año, hasta mayo 2015, momento en el que se decidió desde la empresa prescindir de los servicios de Rufián, que llevaba los servicios de contratación de la misma. Rufián, «no tenía escrúpulos a la hora de ‘escaquearse’ del trabajo», llegando incluso a poner «excusas familiares”, e incluso decía que “su hijo estaba enfermo e historias de esas”.
Según cuenta el diario de Eduardo Inda, «llama la atención que quien va dando lecciones moralistas y éticas sea capaz de poner a sus familiares como excusa para no ir a trabajar. Aunque, teniendo en cuenta que gana más de 100.000 euros al año como político, quizás el izquierdista tenga más apego al dinero que a otra cosa».
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