No me gusta nada escribir obituarios porque eso quiere decir que alguien, al que quiero y admiro, nos ha dejado. José Antonio Sentís (Alicante 1953), un gran periodista y analista era antes que eso una gran persona. Me duele su fallecimiento porque ya siento su ausencia. Además, la única vez en su vida que me dijo algo que no se va a cumplir fue en la despedida del último almuerzo que compartimos junto a Lydia, esa gran mujer que le ha acompañado felizmente toda la vida. Propuso quedar en su casa para comer un arroz antes de los días de Navidad. Y no va a poder ser.
Tony era un periodista apasionado, todo en la vida lo hacia con pasión. Una pasión sustentada en la razón y el conocimiento. Un conocimiento fresco gracias a su gran memoria, a flor de piel, que le permitía analizar la realidad con una gran visión de periodista que forjó desde niño junto a su padre y amplió en la Facultad de Ciencias de la información y en la de Políticas y Sociología de la Universidad Complutense de Madrid.
Su carrera profesional fue amplia y marcada por la fidelidad a las personas y a los proyectos. La agencia EFE, el ABC de Luis María Ansón del que se fueron juntos para ser parte del equipo fundador de LA RAZÓN, de la que fue subdirector, y posteriormente EL IMPARCIAL del que fue director adjunto y que abandonó en el año 2015 cuando la enfermedad apareció en su vida.
Por el camino tuvo tiempo para ser director General de Radio Nacional de España, de 2002 a 2004, y participar como colaborador, entre otros espacios, en EL Gato al Agua de INTERECONOMÍA, La Brújula de ONDA CERO, el Primer Café de ANTENA 3, CANAL 9 …
Debatía con la pasión del conocimiento y con la generosidad de no humillar nunca al discrepante. Nunca hizo ostentación de su cultura y manejaba su saber como base del argumento. Sus ojos claros observaban el mundo con la claridad del que busca el porqué. Todo le interesaba y se interesaba por todo. Lejos de acomodarse, con su gran inteligencia, se adaptaba a la innovación y participaba de ella transmitiendo una visión amplia y global del mundo a sus hijos José y Carlos.
A José Antonio todo le ilusionaba. Pero donde se sentía pleno y feliz era cuando se podía escapar con su cámara de fotos y el duplicador a fotografiar aves en cualquier rincón del mundo. Daba igual en qué país del mundo estuviéramos y qué tuviéramos que hacer. Siempre encontraba un rato para ir a buscar pájaros a los que retratar “con luz en los ojos”.
Con el mismo sigilo que seguía a los pájaros ha llevado su enfermedad. Nunca pidió nada para él, pero siempre estaba dispuesto a hacer lo que fuera por Lydia, por sus hijos y por sus amigos y conocidos. Fue un gran periodista que siempre supo que lo importante era la información y la opinión. Suyos son grandes editoriales que nunca firmó.
Hoy el periodismo en España ha perdido calidad. Hoy España y el mundo son un poco peores porque se ha ido José Antonio Sentís. Mucho más que un gran periodista, nos ha dejado una gran persona.
Román Cendoya
13 noviembre 2017
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