«Sí». Así ha respondido el líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijoo, al ser preguntado en Onda Cero si le preocupa «el ascenso de la extrema derecha en Europa». Con «extrema derecha» la prensa globalista se refiere a los partidos patriotas y soberanistas que coinciden en la defensa de la soberanía de las naciones frente a la UE de los burócratas o de las fronteras fuertes ante las avalanchas migratorias.
La rotunda afirmación del líder del PP ha llegado después del extraordinario resultado de CHEGA en Portugal, que tiene la llave de la gobernabilidad en el país —y constituir una alternativa frente al socialismo— tras lograr cuadruplicar sus diputados (de 12 a 48) y casi triplicar el número de votos (consiguió más del 18%).
CHEGA se suma a partidos como Fratelli d’Italia, que sigue primero en los sondeos y el domingo también logró revalidar su mandato en la región de Abruzos; a Alternativa para Alemania (AfD), que está sobre el 19-21% pese al cordón sanitario y los ataques del resto de formaciones; a Fidesz en Hungría, que gobierna con mayoría absoluta; a Agrupación Nacional, en Francia, donde ya nadie descarta que pueda vencer en una segunda vuelta presidencial; a Ley y Justicia, en Polonia, que ganó las elecciones pero un pacto de perdedores entre populares, socialistas y diputados comunistas impidió que Mateusz Morawiecki siguiera como primer ministro; o a VOX, que es la tercera fuerza política de España, la primera nacional en regiones como Cataluña, y gobierna en coalición, precisamente con el PP, en cinco regiones.
Los partidos tienen diferencias notables entre sí, por algo pertenecen a grupos políticos distintos en el Parlamento Europeo (CHEGA, AfD y Agrupación Nacional a ID, y Fratelli, Ley y Justicia, y VOX al ECR), pero comparten la necesidad de recuperar Europa, una Europa de naciones libres y soberanas que cooperen en libertad.