«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
el líder del pp imita al expresidente

Feijoo insiste en imitar a González para atraer al felipismo

El presidente del Partido Popular (PP), Alberto Núñez Feijóo, interviene durante el acto de entrega de carnés a nuevos afiliados en el último año. Europa Press
El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijoo. Europa Press

El presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijoo, celebró este sábado en Zaragoza el primer aniversario de su llegada al liderazgo de la formación. En un acto simbólico en el que entregó los carnes a los nuevos afiliados, Feijoo se comparó con el expresidente socialista Felipe González al asegurar que «probablemente en el año 82 era necesario un cambio para consolidar la democracia con Felipe González» y probablemente desde entonces no ha sido tan necesario como ahora otro cambio «para las instituciones del Estado, la Constitución y la concordia».

No es la primera vez que Feijoo muestra esa cercanía con González. En el mes de abril en una entrevista con Bertín Osborne en el programa Mi casa es la tuya, el líder popular confesó que en el año 1982 votó al entonces candidato socialista a la Moncloa «por convicción» y aseguró que «lo volvería a hacer». Además, admitió que echa «todo» de menos de aquel PSOE en el partido actual que dirige Pedro Sánchez.

Unos meses después, Feijoo insistió en la misma idea en otra entrevista con la revista XL Semanal del diario ABC en la que además de recordar que votó al PSOE, alabó al expresidente y explicó que uno de sus objetivos es «imitarle»: «Mis tres presidentes de referencia son Felipe González, Aznar y Rajoy. Y yo voy a intentar imitar a los tres. Los tres han sido determinantes. Esa transversalidad y esa centralidad de la política es lo que le dio 200 diputados a Felipe. Me interesa saber lo que piensa Felipe sobre algo y no me interesan otros. A Felipe lo escucho. No solo lo escucho, sino que lo valoro y, además, me interesan mucho sus opiniones cuando está de acuerdo o en desacuerdo con lo que hago».

La realidad es que Feijoo parece llevar meses imitando a González. Comparte con él una postura muy similar respecto al aborto. El Gobierno de González fue el que promovió la legalización del aborto en 1985. En 2023, Feijoo calificó de «correcta en términos generales» y «constitucional» la ley de plazos, aunque, explicó, hay otros «aledaños» de esa norma con los que el PP no está de acuerdo, en referencia a la no obligatoriedad de que los padres sean informados cuando su hija menor quiera abortar.

Feijoo tampoco respaldó el recurso, finalmente rechazado, presentado por populares en el Tribunal Constitucional (TC) contra la ley del aborto aprobada en 2010 por José Luis Rodríguez Zapatero. Una decisión que incluso sorprendió a los firmantes del recurso, cargos del ala ‘provida’ del PP, que demostraron su «indignación» por el respaldo público de Alberto Núñez Feijóo al sistema de plazos del PSOE. A su entender, este apoyo supone hacer «seguidismo» de la izquierda y se aleja de lo aprobado en el XVIII Congreso del PP celebrado en 2017, que señala que el aborto «no debe entenderse como un derecho».

Además de la promoción del aborto, el Gobierno de Felipe González fue el que inició el ataque a la independencia judicial que hoy ha consumado Pedro Sánchez. Su Ejecutivo aprobó, en 1985 y con mayoría absoluta la Ley Orgánica del Poder Judicial y la Ley Orgánica del Tribunal Constitucional. González vio que los jueces no se plegaban al poder Ejecutivo y decidió cambiar las cosas.

Con la LOPJ modificó la forma de elección de los doce vocales de procedencia judicial. Entonces los veinte vocales pasaron a ser elegidos por las Cortes Generales mediante mayoría cualificada de tres quintos. «¡Montesquieu ha muerto!», dijo entonces Alfonso Guerra, vicepresidente del Gobierno.

Como hizo González entonces, Feijoo ha colaborado con el asalto a la Justicia de Sánchez. En diciembre y en plena reforma del Gobierno del Código Penal, Feijoo tendió la mano al presidente para hacerlo de forma conjunta y afirmó que «mientras sea presidente del PP», sería su «aliado»

En enero, insistió una vez más en ese acercamiento al PSOE tradicional cuando aseguró que «no descartaba» volver a pactar con el PSOE «si se resetea, si tiene una derrota electoral y cambia a su secretario general». Feijoo matizó entonces que, «desde Rubalcaba para acá», el Partido Socialista «ha mutado y se ha convertido en el Partido Sánchez».

Con continuas referencias al expresidente del PSOE y alegatos a favor de pactos con la formación que lidera Pedro Sánchez, el PP parece tener un objetivo claro de cara a las elecciones generales: aglutinar el voto del felipismo y del socialismo «más tradicional».

De hecho, tal y como reconoció el vicesecretario de Economía del PP, Juan Bravo, en una rueda de prensa en Génova tras la publicación de sondeos que auguraban la victoria de su formación en las generales, el PP estima que hay más de 600.000 ciudadanos que en las últimas elecciones votaron al PSOE y que en los próximos comicios apoyarían al líder de los populares.

«Eso hace que desde el PP seguimos con esa ilusión de ver cómo el proyecto en el que estamos trabajando a la gente le gusta y le convence (…) Lo importante es ampliar el espectro de gente que considera a Feijóo la persona adecuada«, apuntó.

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