El fiscal solicitará una condena de 25 años de prisión para el antisistema Rodrigo Lanza Huidrobo por el presunto asesinato por odio, con alevosía y ensañamiento, de Víctor Laínez en un bar de Zaragoza al que acudió con unos tirantes con la bandera de España que molestaron al acusado.
En su escrito de acusación, al que ha tenido acceso Efe, el fiscal entiende que Rodrigo Lanza, nieto del almirante golpista chileno Sergio Huidobro, actuó por motivos ideológicos, con un ataque por sorpresa que no dio ninguna oportunidad de defensa a su víctima.
Los hechos, que serán enjuiciados por un jurado popular, tuvieron lugar sobre las 03.00 horas de la madrugada del 8 de diciembre de 2017 en el bar Tocadiscos de la capital aragonesa, donde la víctima tomaba una consumición.
Rodrigo Lanza, instantes después de entrar en compañía de otras tres personas, se acercó a Laínez y tras observar sus tirantes le llamó «facha» y «fascista» y le dijo que «ése era un bar antifascista, que no querían nazis en ese barrio y que no era bienvenido», relata el fiscal.
Tras el incidente, la víctima siguió al acusado en dirección a la salida y mantuvo una breve discusión con él, antes de darse la vuelta para dirigirse al lugar donde estaba tomando su consumición.
Cuando ya había recorrido la mitad del local, Lanza volvió a entrar repentinamente y acometió por la espalda a su víctima, que cayó al suelo inconsciente después de recibir un fuerte golpe en la cabeza.
Según el fiscal, una vez en el suelo, el procesado le dio una patada en la cara y se colocó encima de su víctima para darle numerosos puñetazos en la cabeza.
Víctor Laínez quedó tendido en el suelo sangrando de forma abundante por oídos, boca y parte posterior de la cabeza, y fue trasladado a la UCI del Hospital Clínico de Zaragoza, donde falleció cuatro días después a causa de los golpes sufridos.
El fiscal tipifica los hechos como un delito de asesinato con la agravante de comisión por motivos ideológicos, y solicita una condena para el acusado de 25 años de cárcel, así como una indemnización de 150.000 euros a la familia de víctima y de 5.600 al Salud por los gastos generados.
Esta petición es la misma planteada por el representante legal de la acusación particular en nombre de la familia de la víctima, el letrado zaragozano Juan Carlos Macarrón, que ha solicitado la práctica de una prueba forense para probar que el agresor llevaba un objeto contundente en el puño con el fin de incrementar el daño.
Al parecer, el reconocimiento médico al que fue sometido el procesado evidenció la presencia en su puño de las marcas de un objeto metálico.
La propia instructora del caso aseguró en su auto de conclusión del procedimiento que las lesiones pudieron ser causadas con un objeto «duro y romo, más o menos circular», y descartó la existencia de indicios respecto a la posibilidad de que la víctima llevara navaja ni que hubiera mostrado una actitud violenta hacia Lanza.