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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

La fiscal acusa a dos yihadistas de planear en Ceuta ataques como el de París

La fiscal Susana Landeras ha acusado este jueves a dos presuntos yihadistas detenidos en 2017 de integrar una célula asentada en el barrio ceutí de El Príncipe que estaba en posesión de armas de guerra con las que pretendían «crear el pánico» y «realizar actos violentos similares a los de París».

En la última sesión del juicio a Abdelilah C.B., alias Stilike, e Icham A.M., que ha celebrado la Audiencia Nacional, la fiscal ha elevado a definitivas sus conclusiones y ha mantenido la petición de 20 años de prisión para ambos por los delitos de integración en organización terrorista y depósito de armas de guerra terrorista.
Lo ha hecho porque, según ha explicado, se ha acreditado que ambos mantenían reuniones con terceros «en la más estricta confidencialidad» en el garaje de Abdelilah, en la zona de Arcos Quebrados, con «la finalidad específica de tratar temas de la yihad islámica».
En esos encuentros, donde se exhibían vídeos y cánticos de carácter yihadista, los acusados «propugnaban la exaltación de acciones terroristas» con el fin «de llevar a cabo acciones de carácter violento y terrorista».
«Queda de manifiesto que en estas reuniones lo que se pretendía era la exaltación de la yihad, de la muerte, de los actos terroristas y de realizar actos concretos en territorio español», ha expuesto.
Por su parte, los acusados, que ya negaron los hechos durante su declaración, han hecho uso de su última palabra. «Condeno el terrorismo, estoy en contra de él y no lo apoyo», ha explicado Icham, procedente de Ceuta, mientras que Abdelilah, de nacionalidad marroquí, se ha limitado a decir que confía en la Justicia.
Sin embargo, para la fiscal, «el dato más objetivo y corroborador» de su intención «fue el hallazgo de las armas» que presuntamente guardaban en el garaje de Abdelilah, entre las que figuraban un subfusil de asalto HK con cargador y 26 cartuchos, dos machetes y un cuchillo de cocina.
Buena parte de su acusación se ha sustentado en la declaración de un testigo protegido que denunció a los encausados «por miedo» tras comprobar que en las reuniones que mantenían para concretar asuntos relativos al tráfico de drogas se hablaba «mucho de temas de terrorismo y yihadismo» y de la voluntad de pasar a la acción.
El testigo protegido confirmó que el grupo almacenaba un «armamento grande», que después trasladó a un descampado ante el miedo de que la Policía les pudiese descubrir a la vista del estallido de una operación policial contra el yihadismo en Ceuta.
Por su parte, las defensas han pedido la absolución de sus clientes y, en concreto, la de Abdelilah ha puesto en duda la motivación del testigo protegido al denunciar los hechos y ha insinuado la existencia de una posible contraprestación económica. Algo que, según la Fiscalía, es «absolutamente imposible». El abogado de Icham ha negado además el carácter yihadista de los vídeos y cánticos incautados.

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