De su rival y ganadora de la noche electoral interna, Soraya Sáenz de Santamaría, le distancian apenas 2.000 votos. Por eso quizá Casado se siente legitimado para integrar a otras candidaturas -Cospedal y Gª Hernández- y seguir «hasta el final».
Pablo Casado, segundo en la primera vuelta del proceso interno del PP para elegir al nuevo líder del partido, ha asegurado que quiere seguir planteando su proyecto «hasta el final» y que en su candidatura «cabe todo el mundo», en un guiño a la tercera candidata, Dolores de Cospedal.
Casado ha recalcado que su resultado está «muy igualado» con el de la candidata que ha quedado primera, la de Soraya Sáenz de Santamaría, y ha añadido que se siente «muy identificado» con otros aspirantes que han quedado fuera como Cospedal, que tiene, ha dicho, una forma de hacer política y una «visión de España» muy parecida a la suya, y quizá José Ramón Gª Hernández, que ha presentado un discurso conservador, con peticiones incluso que llaman a recentralizar la Educación y la Sanidad, o recuperar el servicio militar -voluntario, eso sí-.
Hasta el final en el Congreso
Ha insistido en que el partido se ha dado unas normas, según las cuales los compromisarios deciden en la segunda vuelta, y ha reiterado en que quiere cumplir con su compromiso de liderar un proyecto en el que todo el mundo se puede incorporar porque representa valores en los que «todos se pueden sentir identificados».
«La gente quiere ilusión, quiere renovación, quiere cambio, quiere no hacer lo mismo con los mismos, sino integrar a más gente, ser más», dice Casado en ese vídeo tras agradecer a los suyos el trabajo y el esfuerzo por sacar adelante su candidatura.
El vicesecretario de Comunicación deja además muy claro que tiene intención de pelear por la Presidencia del partido hasta el final.
«Cumplimos las normas, pero también salimos a ganar hasta el final, y como salimos a ganar hasta el final con una candidatura integradora, en la que desde el principio hemos dicho que cabía todo el mundo y que garantizábamos que el partido no se fracturara, pues eso es lo que vamos a hacer», señala.
Complicado lo de unificar a todos los candidatos, ya que el PP aparece ahora mismo dividido -y con cierta inclinación hacia Soraya- en dos sectores a primera vista irreconciliables: el Partido Popular de Sáenz de Santamaría -heredero de la gestión de Rajoy y la vicepresidenta en el Gobierno, responsable del incumplimiento electoral más acusado de los últimos tiempos- o el de Pablo Casado. Un PP joven pero deseoso de recuperar los principios del ‘PP de siempre’, que entona la defensa de la vida y la familia y que defiende a las víctimas del terrorismo y la unidad de España liderado, atención, por quien ha sido diputado nacional en las legislaturas de Rajoy sin levantar la voz ante los incumplimientos que hoy critica.
Albiol y Feijóo, por la candidatura unitaria
Si este jueves era el líder del PP gallego, Alberto Núñez Feijóo, el que apelaba a la candidatura unitaria, una vez conocidos los resultados ha sido el líder catalán, Xavier García Albiol, el que ha pedido la unidad de los dos ganadores. Albiol, que ha dicho compartir «la filosofía» de Soraya Sáenz de Santamaría, ha pedido sin embargo un «congreso de unión y no de confrontación». «Con un resultado tan justo entre la primera y el segundo, lo más inteligente y generoso sería hacer este acto de ir al congreso con una única candidatura y que los compromisarios no tengamos que estar decidiendo si por una u otro, cuando los dos son excelentes políticos», ha señalado.
Mientras, desde el ‘aparato’ del partido, el coordinador general del PP, Fernando Martínez-Maíllo, ha rechazado las cuentas matemáticas de quienes auguran que los compromisarios de Cospedal pasarán a engrosar la cuenta de compromisarios de Casado: «En política, uno más uno no son dos», ha dicho Maíllo. «Las cosas van por otra vía. Decir estos son mis compromisarios, mis votos, y yo los doy, los quito, los pongo, los sumo, los bajo…esto no funciona estrictamente así».