«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Guardias civiles denuncian la ‘intromisión’ del Cuerpo en sus vidas privadas

Agente de la Guardia Civil. EUROPA PRESS

“En caso de que la Administración apruebe, con las asociaciones en contra, dicha norma, acudiremos a la vía judicial sin ninguna duda”, advierten los agentes.

“Ante el inmovilismo de la Dirección, mantenemos nuestro rechazo a la regulación sobre el aspecto y pedimos consenso”. Así de contundentes se han manifestado la Asociación Española de Guardias Civiles (AEGC), la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) y Unión de Guardias Civiles (UniónGC) sobre la norma que pretende regular cuestiones como el comportamiento fuera de servicio de los agentes o la obligación de someterse a un “caro y largo” tratamiento para retirar de la piel un tatuaje. Esto, afirman, “podríamos considerarlo una intromisión en la vida privada de cada persona”.
El pasado mes de mayo, las asociaciones profesionales representativas de la Guardia Civil mostraron el rechazo conjunto a la propuesta de normativa de la Dirección General de la Guardia Civil sobre la regulación del aspecto físico de los agentes del Cuerpo, tal y como la Administración la planteaba.
Tras esta acción de rechazo, este martes se ha celebrado en la sede de la Dirección General un nuevo grupo de trabajo del Consejo de la Guardia Civil donde las citadas asociaciones han reiterado su rechazo al actual borrador de la Orden General, insistiendo en la “necesidad de abordar la cuestión desde el consenso y no desatendiendo la opinión de la mayoría de los representantes de los guardias civiles, ya que además de AUGC, AEGC y UniónGC, también han rechazado el borrador APC-GC e IGC, apoyándolo, por el contrario, asociaciones que representan a algunos mandos del Cuerpo, aunque también estas asociaciones han abogado por retrasar la aprobación de esta norma para poder acercar posturas”.
“Mantenemos el rechazo a que se regulen derechos fundamentales que debieran llevarse a cabo mediante otra figura legislativa y no, por supuesto, mediante una Orden General”, advierten.
A pesar del “malestar” de los agentes, la Dirección General del Instituto Armado pretende seguir adelante con la norma y llevarla a la próxima sesión plenaria del Consejo de la Guardia Civil para su aprobación, “añadiendo la falta, por el momento, de un nuevo director del Cuerpo que pueda abordar estos cambios normativos con perspectiva suficiente”.
“En caso de que la Administración apruebe, con las asociaciones en contra, dicha norma, acudiremos a la vía judicial sin ninguna duda”, han sentenciado.

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