El Servicio Extremeño de Salud (SES) ha informado a la Guardia Civil del hallazgo de unas 800.000 mascarillas de 2020 con carteles del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria (Ingesa). Este material tenía etiquetas de «no utilizar». Estaban en unos almacenes en el Palacio del Vino de Almendralejo cedidos a la administración sanitaria por el consistorio de Mérida.
Esta acción la realiza la Administración regional después de la «factura proforma» hallada por el Gobierno autonómico relativa a que «se intentaron colar» mascarillas en la región. De momento no se han encontrado pagos a empresas relacionadas con la trama Koldo. Algo que aclaró el pasado viernes la presidenta de la Junta, María Guardiola.
El gerente del SES, Jesús Vilés afirmaba que «hemos visto es toda la documentación que había y evidentemente como se ha dicho en los medios de comunicación todo este tiempo no hay constancia de que haya ningún tipo de contrato». Lo encontrado en el Palacio del Vino son «unos 40 palés con material de protección en los cuales aparecía el cartel de Ingesa. En ellos había una etiqueta donde decía que no se utilizaran esas mascarillas.
«Simplemente (acuden ahora a la Guardia Civil) para poner en conocimiento de ello a la Guardia Civil por si pudiera ser de utilidad para el esclarecimiento de los hechos, si procede», afirmaba el gerente. «El material pone ‘no utilizar’… Hay alguno que está caducado, pero como no hemos tampoco procedido a verlo completamente», insistía.
Preguntado por si estas mascarillas tendrían algún tipo de relación con la empresa vinculada con el caso Koldo, se ha limitado a indicar que ante la «duda de su procedencia» el SES lo que hace es «simplemente ponerlo en conocimiento (de la Guardia Civil)».
Además, ha reconocido que el SES previamente no tenía «registrado» la existencia de esas mascarillas. Tampoco de otro tipo de material tipo EPI encontrado ahora en Almendralejo. Y añadía que sí que existen «correos entre personal diciendo que había contactos con esta empresa». «No estamos hablando de los correos de la recepción sino que había contactos con esta empresa pero que no se llegaron a formalizar», afirmaba.
«Era una factura proforma, era un presupuesto, y ascendía a 1.750.000 euros… Ya digo, eran 700.000 mascarillas que simplemente era el presupuesto… no era una factura como tal», ha insistido el gerente del SES.
