En su historial tienen continuas apelaciones al ADN de los españoles, a los catalanes como «súbditos» de un Estado «represor», al «sustrato franquista», y al «España nos roba» y «nos empobrece».
El presidente de la Generalitat de Cataluña, Quim Torra, ha puesto sobre la mesa una negociación al nuevo jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, en la que ellos partirán, ha dicho, del «referéndum de autodeterminación» ilegal del 1 de octubre y de la declaración posterior de independencia.
Torra ha manifestado que quiere tener una reunión con el líder socialista para hablar «de gobierno a gobierno» y que está a la espera de ver con qué se encontrarán, si «con el PSOE que despenalizó la convocatoria de referéndums o con el PSOE que votó el artículo 155». Le exige respeto a las «libertades y derechos civiles» de los catalanes, restitución de la «leyes sociales» tumbadas por el Tribunal Constitucional y conocer su posición sobre el «derecho a la autodeterminación».
De momento, el separatismo no descarta retomar la vía unilateral. Así lo ha confirmado este lunes la consejera de la Presidencia y portavoz del Govern, Elsa Artadi, que ha dejado claro que no renuncian «de entrada» a aprovechar «debilidades» del Estado para alcanzar el objetivo. En declaraciones a Catalunya Ràdio, ha remarcado que el derecho a la autodeterminación de Cataluña es «irrenunciable». Si no hay «capacidad de negociación con el Estado», Artadi ha apostado por «conseguir la independencia de Cataluña por otros caminos, aprovechando debilidades, fortaleciendo nuestra sociedad, nuestras instituciones».
El órdago a Sánchez, por tanto, está servido, aunque lo trate de contrarrestar con el nombramiento de Josep Borrell, muy crítico con el separatismo, como ministro de Exteriores.
Un equipo supremacista, hispanófobo y victimista
Los consejeros del nuevo Govern de Quim Torra, que prometieron el pasado sábado su cargo en un acto en el Palau de la Generalitat en el que hubo una reivindicación de los «presos y exiliados» del anterior gobierno, cesado en aplicación del artículo 155 de la Constitución, no quieren poner freno al delirio. El nuevo gobierno de coalición JxCat-ERC está integrado por siete hombres y seis mujeres que han dado muestras de su supremacismo y victimismo.
Pere Aragonès (ERC), vicepresidente del Govern y titular del Departamento de Economía y Hacienda, dijo que querían una «República Catalana» para dejar de ser «súbditos» del Reino de España.
La consejería de Interior es para Miquel Buch (JxCat), la de Acción Exterior, Relaciones Institucionales y Transparencia para Ernest Maragall (ERC) y la de enseñanza para Josep Bargalló (ERC), conocido por asegurar que Cataluña vive una «revolución del siglo XXI» que solo conlleva «la violencia del represor», que el ADN español es «en blanco y negro, incoloro, insípido, sin matices, olores o acentos…» y que «España siempre necesita presos políticos para probar su autoridad». Además, publicó: «haga clic en puta España. Entretenido, instructivo (sic)».
Damià Calvet (JxCat) es el consejero de Territorio y Sostenibilidad y Laura Borràs (JxCat), de Cultura. Esta última tiene una gran trayectoria en defensa de la «identidad catalana» y en contra del castellano. En 2016, firmó el manifiesto en el que 170 académicos reclamaban que el catalán fuese «la única lengua oficial», un texto que denunciaba que el castellano había sido una «lengua de dominación» durante siglos en Cataluña y que censuraba que «el régimen constitucional de 1978» reafirmara «la continuidad de la imposición político jurídica del castellano».
Asimismo, en Twitter se refirió al «sustrato franquista del Estado español» y a la «arrogancia inconmensurable» de los españoles, algo que «va en el ADN».
La consejera de Salud es Alba Vergés (ERC). En su historial tiene numerosas muestras del victimismo separatista. «Ser una autonomía en el Estado español a los catalanes nos empobrece a nivel económico, social, cultural e identitario», dijo en 2012.
El listado se completa con Ester Capella (ERC), consejera de Justicia; Maria Àngels Chacón (JxCat), consejera de Empresa y Conocimiento; Teresa Jordà (ERC), conocida por su viaje de 40.000 euros a cargo de las arcas públicas junto con otras dos diputadas a Nueva York, que será consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación; y Chakir el Homrani (ERC), de Trabajo, Asuntos Sociales y Familia. Capella declaró que «la democracia en España se basa en grandes mentiras y sin memoria» y reivindicó la escuela solo «en catalán».
Capítulo aparte merece el hispanófobo Jordi Puigneró (JxCat), nuevo consejero de Políticas Digitales y Administración Pública. Su hemeroteca está llena de mensajes supremacistas y de odio a España. «Un intelectual español hablando de federalismo es como un marido alcohólico o un maltratador gritando que cambiará el día que su mujer está haciendo las maletas», dijo en noviembre de 2012. Ese mismo año tuiteó: «¿Sabéis cuál es la diferencia entre un español y un mongol? Una medalla?».
Tampoco faltan referencias al «ADN de los españoles» -«la colaboración público-privada forma parte del ADN catalán; en cambio los que queréis todo y solo público es ADN jacobino español (sic)», dijo-, o los tópicos habituales entre los partidarios del delirio separatista como «España nos roba» o «España es Turquía». «Puigdemont en libertad. Bélgica no es España. España es Turquía», escribió el pasado 6 de noviembre.