La infanta Elena ha asegurado este martes que se siente «orgullosa» de su afición a los toros porque apoyar el espectáculo de la tauromaquia es también «amar, en una de sus muchas y riquísimas facetas, a esta España» en la que caben «todos en enriquecedora convivencia y asentada en el respeto mutuo».
Doña Elena ha participado esta noche en la gala de entrega de la X edición del Premio Taurino que concede cada año el diario ABC y que este año ha recaído en los aficionados a la lidia.
En representación de este colectivo, la hermana de Felipe VI ha recogido el galardón de manos del torero Enrique Ponce al ser también una gran admiradora de la fiesta taurina.
«Respeto los gustos de cada cual y por eso, me siento orgullosa de querer y de apoyar, en la medida de mis posibilidades, el espectáculo de la tauromaquia. Amarlo, es sin duda, amar en una de sus muchas y riquísimas facetas, a esta España donde todos cabemos en enriquecedora convivencia, asentada en el respeto mutuo», ha asegurado la infanta.
Hasta ahora, el premio había recaído en diestros o ganaderos, pero en esta ocasión, el jurado ha valorado «la ilusión, la pasión, la fidelidad, el respeto y el esfuerzo de toda la afición taurina en tiempos de crisis, en los que la tauromaquia se ve atacada por radicales movimientos antitaurinos».
La cena ha tenido lugar con la presencia numerosas figuras y personalidades del mundo del toreo.
Entre ellos, Curro Romero, José Ortega Cano, «Espartaco», «Morante de la Puebla», «el Cid», el ganadero Samuel Flores y los empresarios Simón Casas y Rafael Garrido.
También han asistido la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, y el de Interior, Juan Ignacio Zoido, así como la expresidente de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre.
La infanta Elena ha afirmado que su presencia en las plazas de toros es frecuente y que asiste con «entusiasmo y asiduidad» para disfrutar del arte de la tauromaquia, «lugar de encuentro de un maravilloso espectáculo».
«Un arte que en España se lleva produciendo en cada corrida desde hace unos cuantos siglos ya, hasta formar parte de nuestra cultura. Y que a lo largo de este tiempo hemos ido extendiendo por diferentes países», ha remarcado doña Elena, quien ha animado a «seguir manteniendo viva la tradición».
Ha considerado un «honor» pensar en ella para recoger el galardón en nombre de todos los aficionados, a quienes ha agradecido «la cercanía y el gran cariño» que le muestran cuando acude a un coso.
La infanta ha recordado que su pasión por los toros viene heredada de su padre, el Rey Juan Carlos, y de sus abuelos, don Juan de Borbón y doña María de las Mercedes, y se ha mostrado satisfecha de que sus dos hijos, Felipe Juan Froilán y Victoria Federica, también la compartan.
Durante el pasado año, a doña Elena se la vio en tendidos de plazas como las de Madrid, San Sebastián, Bilbao y Ávila, con su padre y sus hijos.
También estuvo en agosto en Palma, en la que pudo ser la última corrida en la capital balear después de que el Parlamento autonómico aprobara una ley que prohíbe maltratar y matar a los morlacos.
Alguna publicidad valiente y la ayuda desinteresada de muchos lectores como tú han hecho posible esta noticia. Conoces nuestra línea editorial, a contracorriente de la ideología dominante y desacomplejadamente comprometida con la dignidad humana, la unidad de España y la identidad de Europa. No es fácil ni es barato sostener un medio de comunicación que beba de estos postulados, siempre contra los más poderosos. Por eso te pedimos que nos ayudes con una aportación, que formes parte de nuestro proyecto, que ayudes a que sigamos incordiando al Poder. Puedes hacerlo de varias maneras, infórmate aquí.
