«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Quieren incluirlo en el catálogo de símbolos contrarios a la memoria democrática

Inician una recogida de firmas para evitar el derribo del monumento al Sagrado Corazón de Jesús de San Sebastián: «No dejes pasar a la extrema izquierda»

Recogida de firmas para frenar el derribo del Sagrado Corazón. Redes sociales

Un portal digital llamado «Peticiones católicas» ha iniciado una recogida de firmas que ya ha llegado a miles de personas para evitar el derribo de la estatua al Sagrado Corazón de San Sebastián, una emblemática figura que corona el monte Urgull desde hace más de siete décadas. La campaña ha surgido en respuesta a la propuesta de EH Bildu y Elkarrekin Podemos de declarar el monumento contrario a la memoria democrática, lo que abriría la puerta a su posible eliminación.

Las organizaciones promotoras de esta ofensiva política han solicitado al Consejo de Memoria Histórica del Ayuntamiento que se impida cualquier tipo de conmemoración con motivo del 75 aniversario de la estatua, además de que se paralicen las labores de mantenimiento y reparación actualmente en marcha. Justifican su postura en que la figura, inaugurada en 1950, representa —según ellos— una exaltación del franquismo y de la ideología nacional-católica.

Sin embargo, esta interpretación ha sido ampliamente cuestionada por miles de ciudadanos y colectivos que defienden el carácter estrictamente religioso y devocional del monumento. De hecho, la iniciativa para su construcción nació en los años 20 y fue posible gracias a la movilización popular y a las donaciones de vecinos creyentes de San Sebastián, que deseaban honrar al Corazón de Jesús, sin ninguna vinculación con partidos o regímenes políticos.

La polémica se intensificó tras el informe emitido por el grupo de trabajo del Consejo de Memoria Histórica, que concluyó que el monumento reúne todos los requisitos para ser catalogado como símbolo contrario a la memoria democrática, invocando la Ley estatal 20/2022 y la Ley vasca 9/2023. En base a ello, se ha pedido su inclusión en el registro oficial de elementos a retirar por su supuesta exaltación del franquismo.

La campaña impulsada por «Peticiones católicas» se ha convertido en un grito de protesta por parte de ciudadanos que consideran inadmisible que se despoje a un símbolo religioso de su sentido original y se reinterprete con fines ideológicos. «¿Vamos a permitir que se pisotee nuestra fe y nuestra historia sin oponer resistencia?», reza uno de los mensajes más compartidos por los impulsores.

La recogida de firmas sigue activa y se ha convertido en un foco de movilización cívica para quienes defienden el patrimonio espiritual, histórico y cultural del Sagrado Corazón, frente a lo que consideran una ofensiva política injusta por parte de sectores que, según denuncian, han demostrado reiteradamente hostilidad hacia la religión católica en el espacio público.

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