«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
España fue consagrada al Sagrado Corazón de Jesús en 1919

El nuevo objetivo de Bildu y Podemos en San Sebastián: la destrucción del Sagrado Corazón del monte Urgull

Sagrado Corazón en San Sebastián. Redes sociales

Este miércoles el Grupo de Trabajo de Simbología del Consejo de Memoria Histórica del Ayuntamiento de San Sebastián ha solicitado al Gobierno municipal de PNV y PSE-EE que elevase a la Administración General de Estado la inclusión de la escultura del Sagrado Corazón del monte Urgull en el catálogo de «símbolos y elementos contrarios a la memoria democrática». Dicho grupo está integrado por varias asociaciones de memoria democrática y por los grupos municipales de San Sebastián de izquierda batasuna y separatista EH Bildu y Elkarrekin Donostia, denominación local de la unión entre Podemos e Izquierda Unida.

En la rueda de prensa que los concejales de EH Bildu y Elkarrein Donostia dieron el martes, solicitaron también la suspensión de los actos de conmemoración del 75 aniversario del monumento, inaugurado el 19 de noviembre de 1950 y realizado por Pedro Muguruza Ontaño, primer arquitecto del Valle de los Caídos hasta su renuncia por enfermedad en ese mismo año.

Además de suspender las conmemoraciones y actos relacionados con el monumento, reclamaron que no se realizaran más trabajos de reparación ni mantenimiento en la imagen del Sagrado Corazón. Se deduce así que el objetivo inicial de EH Bildu y Elkarrein es dejar que la estatua se deteriore de forma progresiva.

Los ediles Markel Ormazabal (EH Bildu) y Arantza González (Elkarrein) han defendido estas medidas alegando que «en tanto que queda probado su significado nacional-católico y de exaltación de la dictadura franquista y, en consecuencia, constituir un elemento contrario a la memoria democrática».

Ambos ediles han subrayado que su principal objetivo es abrir un debate en la ciudad sobre el origen del monumento al Sagrado Corazón. Sin embargo, la propia página web dedicada a la escultura explica que el proyecto de erigir una imagen del Sagrado Corazón allí, aunque se materializó en 1950, llevaba en marcha desde 1928. Por lo tanto, aunque la aprobación de su construcción tuvo lugar el 31 de mayo de 1939, la idea sería anterior al Gobierno de Franco.

Esta asociación, que también ha realizado una segunda petición relacionada con la supresión de símbolos en edificios privados, se ampara en los artículos 35, 36 y 37 de la Ley 20/2022, de 19 de octubre, de Memoria Democrática y 31 de la Ley 9/2024, de 28 de septiembre, de Memoria Histórica y Democrática del País Vasco. De nuevo, la controvertida ley, que ha causado la crítica de historiadores y académicos por su sesgo, imposición de una visión única de la historia y que coacciona la libertad de investigación académica, es en la que se ampara la izquierda abertzale para promover otro caso de iconoclastia y borrado de símbolos religiosos del espacio público.

La iniciativa de EH Bildu y Elkarrein ha encontrado, de momento, la negativa del alcalde de la ciudad Eneko Goia, cabeza del gobierno municipal del PNV y PSE-EE. Goia manifestó que no estaba de acuerdo con esta propuesta, pues el monumento al Sagrado Corazón «forma parte del ‘skyline’ de la ciudad, está perfectamente integrado en la misma y hay ciudadanos muy diversos que dan una diversa interpretación de este símbolo».

El borrado de la historia del espacio público en el País Vasco

La intención de ir tanteando una posible retirada del monumento del Sagrado Corazón de Urgull es otro ejemplo más de la supresión de símbolos de religiosos y de imponer una versión sesgada de la historia. De hecho, según publicó un estudio hecho por el Instituto de la Memoria, la Convivencia y los Derechos Humanos del Gobierno autonómico vasco en octubre de 2019, ya se habían eliminado del espacio público, hasta esa fecha, 1.523 placas y monumentos. Entre ellos están otros símbolos religiosos cristianos como la cruz de los caídos en la plaza de Caicedo (Lantarón), la cruz de Ergileta en Santo Domingo (Bilbao) o la cruz en homenaje a los fallecidos en el Crucero Baleares (Ondarroa), derribada por la fuerza con taladros, en un acto vandálico, por la organización Ernai, próxima a la formación abertzale Sortu.

EH Bildu y Elkarrein (Podemos) han puesto en esta ocasión en el foco de la memoria democrática otro monumento con un importante significado religioso (además del valor que tiene como testimonio histórico). Este es un gesto preocupante visto el trato que se ha dado a los monumentos religiosos en el espacio público bajo el amparo de dicha ley.

De momento, cualquier gesto respecto al monumento al Sagrado Corazón del monte Urgull se ha encontrado con la tibia oposición de Goia, quien no ha incidido en demasía la importancia religiosa que tiene: «Luego se podrá discutir sobre el carácter religioso o no, pero la historia es la historia (la del monumento), la que tenemos». Sin embargo, el Sagrado Corazón goza de una especial relevancia en la historia de España, pues el país fue consagrado al Sagrado Corazón de Jesús el 30 de mayo de 1919 y dicha consagración fue renovada de nuevo en 1969 y en 2019.

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