La Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior, ha acordado con el Gobierno Vasco el acercamiento de otros seis presos de ETA, mientras que un séptimo irá a la prisión de Pamplona (Navarra). Entre los etarras están los asesinos del exministro socialista Ernest Lluch, el del concejal del PP en Sevilla Alberto Jiménez-Becerril y su mujer Ascensión García y el del político navarro Tomás Caballero.
La Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT) ha criticado que «los socios de Bildu siguen con su hoja de ruta de humillación a las víctimas del terrorismo». Según su recuento, ya sólo quedan 14 etarras cumpliendo condena en prisiones que no sean las del País Vasco y Navarra tras poner fin el Gobierno de Pedro Sánchez a la política de dispersión.
Entre los acercados al País Vasco están Fernando García Jodrá y José Ignacio Cruchaga Elezcano, condenados ambos por el asesinato –entre otros– del exministro socialista Ernest Lluch. También José Luis Barrios, el etarra condenado por asesinar al matrimonio Jiménez-Becerril.
A Pamplona irá Francisco Ruiz Romero, condenado por matar al político navarro Tomás Caballero, padre del actual presidente de la Fundación de Víctimas del Terrorismo.
Los otros etarras que irán a prisiones vascas –cuyo Gobierno asumió el año pasado las competencias en materia penitenciaria– son Fernando Elejalde Tapia, Jesús María Echevarría Garaicoechea y Daniel Pastor Alonso. Elejalde Tapia acabó con la vida del funcionario de prisiones Francisco Javier Gómez Elósegui y también fue condenado a 15 años de prisión por herir a un cocinero en San Sebastián con un atentado bomba. Jesús María Echevarría Garaicoechea está en prisión por matar al guardia civil Antonio Molina Martín.