La Asociación Europea de Operadores de Sistemas de Transporte de Electricidad (ENTSO-E), que investiga el apagón del 28 de abril, ha publicado una actualización de su análisis. Aunque aún no ha identificado las causas definitivas del fallo, sí concluye que los planes de defensa no funcionaron correctamente. Además, pone el foco en la gestión de la interconexión con Francia, tras detectar dos fuertes oscilaciones en el sistema eléctrico aproximadamente media hora antes del colapso.
Según el informe, «los Planes de Defensa del Sistema de España y Portugal, elaborados conforme a las obligaciones legales, se activaron, pero no lograron evitar el colapso del sistema eléctrico ibérico». El documento también ha subrayado que, pese a la segunda oscilación, que generó un aumento de tensión en la red, España continuaba exportando electricidad a Francia como si no hubiera ninguna anomalía.
ENTSO-E ha detallado que en ese momento, los intercambios internacionales programados eran de 1.000 MW hacia Francia, 2.000 MW hacia Portugal y 800 MW hacia Marruecos. Curiosamente, minutos antes, esa segunda oscilación había sido «mitigada eficazmente» mediante ajustes en la interconexión con Francia, aunque la tensión volvió a incrementarse poco después. Aunque aún dentro de los márgenes operativos, esta elevación de tensión es ahora considerada un elemento clave en la investigación.
Además, ENTSO-E ha confirmado que durante esos momentos críticos se perdió la sincronía del sistema, lo que compromete su estabilidad. Según los expertos, una mayor defensa con generación convencional podría haber evitado el colapso, pero ese día el nivel de respaldo era el más bajo del mes. No obstante, ENTSO-E no ha profundizado más en las causas del fallo, aunque ha anunciado nuevas reuniones para continuar la investigación.