Izquierda Unida (IU) está diseñando una estrategia para acercarse a Podemos y unificar el espacio de la izquierda antes de unas posibles elecciones generales anticipadas. El partido liderado por Antonio Maíllo se inspira en el reciente Frente Popular en Francia, donde se han unido socialistas, ecologistas e «insumisos».
Sin diputados europeos y enfrentando una grave crisis financiera tras la salida de Sumar, IU apuesta todo a esta reunificación, según detalla The Objective.
Según fuentes consultadas por este periódico, IU ya ha comunicado este plan a Yolanda Díaz. La estrategia cuenta con el respaldo de los socialistas y busca reunir a todos los partidos a la izquierda del PSOE, reeditando Unidas Podemos. Aunque la cúpula de la formación morada, liderada por Irene Montero, mostró inicialmente rechazo durante la campaña electoral, se ha mostrado abierta a reconsiderar una nueva coalición después de las elecciones europeas, según declaraciones de Montero en La Vanguardia.
IU enfrenta el futuro con preocupación tras la pérdida del escaño europeo de Manu Pineda, lo que supone un gran golpe financiero para el partido. La falta de esta posición en la Eurocámara significa una pérdida significativa de ingresos.
El equipo de Antonio Maíllo ha decidido retomar la propuesta de un encuentro con Podemos, consciente de que esta reunificación podría ser crucial tanto para su supervivencia como para la continuidad del Gobierno de coalición si se adelantan las elecciones.
Desde el espacio de Sumar se reconoce que la única posibilidad para que el Gobierno se mantenga es unir el espacio fragmentado que una vez fue Unidas Podemos. Algunas fuentes sugieren que Yolanda Díaz podría estar dispuesta a esta reunificación, quizás sacrificando figuras como Íñigo Errejón para asegurar el respaldo de Pedro Sánchez.
Mientras tanto, los movimientos de IU están siendo analizados por otros socios de Díaz, como Más Madrid y Compromís, quienes piden una mayor colaboración en la planificación de los nuevos equilibrios internos. Díaz ya ha expresado su apertura a esta opción, buscando una «mesa de coalición» donde ella mantenga el liderazgo del grupo parlamentario y la vicepresidencia.