Un funcionario de Estremera lo envió de nuevo a la celda cuando bajó a tomar su primer desayuno en la cárcel.
La juez de la Audiencia Nacional Carmen Lamela envió a prisión a Oriol Junqueras y ocho exconsejeros de la Generalitat el pasado 2 de noviembre. Tras su primera noche en prisión, el líder de ERC se levantó para desayunar en el comedor de su módulo de Estremera cuando se le acercó un funcionario de prisiones: «Señor Junqueras, suba a su celda, que tiene la cama sin hacer».
La respuesta del político catalán no se hizo esperar: «Ah, ¿que me tengo que hacer la cama?». El funcionario zanjó la conversación y aseguró que «esto no era un hotel».
A continuación, Junqueras regresó a su celda, colocó las sábanas y regresó al comedor para tomar su primer desayuno. Según ABC, durante sus primeros días en Estremera, el político reclamó una camiseta para jugar al baloncesto. A pesar de que los funcionarios hicieron todo lo posible, no contaban con una talla adecuada y la que le adjudicaron le quedaba «por encima del ombligo».
El comportamiento de Junqueras en prisión es muy bueno y no ha tenido problemas con el resto de reclusos, con los que convive con total normalidad desde hace dos meses y medio.
Recurso al Supremo
Junqueras pidió al Tribunal Supremo que le permita salir de prisión para acudir a los plenos del Parlament, alegando que todos los diputados tienen «el deber de asistir» a los mismos y que «su voto es indelegable».
Así lo mantiene Andreu Van den Eynde, abogado de Junqueras, en el recurso que presentó la pasada semana ante la sala del Tribunal Supremo, después de que el pasado viernes, día 12, el juez que le investiga por rebelión le denegara su petición de salir de la cárcel para asistir a los plenos del Parlament y abriera la puerta a que la Mesa arbitrara una solución para que pudiera delegar su voto.