El consejo de Gobierno de la Comunidad de Madrid ha autorizado destinar 450.471 euros para un servicio de mediación intercultural para menas que cuenten con medida de protección. Esta iniciativa, cuyo contrato estará vigente entre el 1 de enero y 31 de diciembre de 2025, está pensada con el objetivo de «facilitar su integración educativa, cultural y laboral».
El pasado año, casi un millar de adolescentes, con edades comprendidas entre los 13 y los 18 años, fueron atendidos por un servicio especializado que ofrece, entre otros, apoyo en traducción e interpretación, actividades educativas y culturales, y la posibilidad de mantener el contacto con sus seres queridos. Este servicio estará destinado principalmente a jóvenes procedentes de diversas partes del mundo, como Guinea Conakry, Argelia, Rumanía, Mali, Georgia, Marruecos, Senegal, Egipto, Somalia y la República del Congo.
Los centros de acogida temporal para menores se encargarán de su educación y bienestar «mientras no cuenten con un ambiente que pueda satisfacer sus necesidades emocionales y sociales». Su misión principal es, según establece la ley de Protección Jurídica del Menor, reintegrar a los niños y jóvenes en su entorno familiar o, en su defecto, buscarles un hogar adecuado para su desarrollo.
Estas instituciones forman parte de una red de recursos sociales que está bajo la planificación, supervisión y coordinación de la Dirección General de Infancia, Familia y Fomento de la Natalidad, que depende de la Consejería de Familia, Juventud y Asuntos Sociales.
Ayuso y los «tipos de inmigración»
Esta medida resulta chocante ya que hace tan sólo dos semanas, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, distinguió entre varios tipos de inmigración insinuando que la procedente de países islámicos era más difícil de integrar y que le gustaría que «su hija pudiese salir con una falda corta».
Sin embargo, entre los países citados para llevar a cabo la iniciativa no se encuentran occidentales o hispanoamericanos, sino naciones como Marruecos o Argelia que practican el islam y, generalmente, rechazan los valores cristianos de Europa.
El centro de menas en Fuenlabrada, cerca de ser inaugirado
Mientras tanto, siguen las labores de construcción en Fuenlabrada para destinar a muchos de los inmigrantes ilegales que aterrizan en Barajas de forma cada vez más habitual. Pese a las reticencias del PSOE, formación que gobierna en el municipio y afirma no estar preparada para recibirlos, se prevé que este mes sea inaugurado.
De hecho, el alcalde de Fuenlabrada, Javier Ayala, ha vuelto a cargar con dureza contra la presidenta confirmando que el Ayuntamiento seguirá recurriendo al estamento judicial para intentar frenar el centro de menores migrantes no acompañados que la Comunidad de Madrid está habilitando en el edificio de La Cantueña.