La Comunidad de Madrid, presidida por Isabel Díaz Ayuso (PP), destina hasta 20 veces más de presupuesto al cuidado de cada mena que a los menús escolares o de las residencias de mayores públicas. Los datos oficiales consultados reflejan un notable desequilibrio en las prioridades del gasto público, que ha generado un creciente debate social y político.
Según cifras recogidas por El Mundo, el coste mensual de atención por cada menor extranjero no acompañado (mena) ronda los 4.000 euros, lo que equivale a un desembolso diario de unos 131,14 euros por menor. Este importe cubre alojamiento, manutención, asistencia educativa, atención psicológica y otros servicios sociales.
En contraste, el presupuesto asignado por la Consejería de Educación para los menús escolares se sitúa en 4,88 euros al día por alumno, tal como se especifica en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid (BOCM) de junio de 2023. Este importe cubre desayuno, comida y merienda en el caso de jornada ampliada.
Aún más llamativa es la diferencia respecto al gasto alimentario destinado a los mayores en residencias públicas. Según datos publicados por SoyMadrid.org, la Comunidad de Madrid destina sólo 6,48 euros diarios por residente para ofrecer desayuno, comida, merienda y cena en los centros públicos de atención a la tercera edad.
La comparación es contundente: mientras que por un mena se gastan casi 150 euros diarios, a un escolar se le asignan menos de 5 euros para su alimentación diaria, y a un anciano poco más de 6. La diferencia máxima —entre el cuidado de un mena y el menú de un escolar— puede llegar a ser 25 veces, aunque el promedio más conservador arroja una diferencia de al menos 20 veces.
Estos datos han suscitado críticas entre familias, profesionales de la educación y organizaciones sociales que reclaman una revisión del reparto presupuestario. Mientras que el Gobierno regional defiende que los recursos destinados a los menas son necesarios para garantizar su integración y protección, muchos ciudadanos denuncian lo que consideran una gestión desequilibrada y ajena a las necesidades reales de la mayoría de la población madrileña.