«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

Corrupción olvidada, ¿por qué hay un código de silencio para algunos casos?

Llama la atención que no todos los casos de corrupción tengan la misma atención mediática, judicial y política. En La Gaceta nos preguntamos ¿por qué pasa esto?

Las cifras de corrupción en España asustan cuando se analizan en conjunto. Pero asustan más cuando nos damos cuenta del uso partidista que se hace de su “publicidad”. Hay miles de casos de corrupción bajo investigación en nuestro país, sin embargo solamente un reducido número de ellos permanece continuamente en los medios de comunicación. Aquellos que afectan a algunos políticos y a algunos empresarios son objeto de informaciones minuciosas con filtraciones de sumarios incluidas. Son casos en los que los investigados y acusados sufren un linchamiento de la sociedad civil.
Sin embargo, de la mayoría de los casos no se llega nunca a saber nada y de algunos los medios publican escuetas notas explicando el inicio de la investigacion y, después, una mano negra los lleva al olvido. ¿Por qué ocurre esto? Juzguen ustedes, pero todo apunta a que hay intereses detrás de las filtraciones y de que no toda la corrupción sea conocida al mismo nivel.

Corrupción en aumento

Los datos de la corrupción en España son escalofriantes: entre 2010 y 2016 han sido investigadas o detenidas casi 11.500 personas por casos de corrupción. Además, la escalada es innegable. En 2010 fueron investigadas 583 personas por esta causa, un año después el número casi se duplicaba, hasta alcanzar los 1.036 casos. En 2012 la cifra era de 1.124, en 2013 eran 1.341. En 2014 se produjo un salto importante al alcanzar los 2.746 investigados, que en 2015 eran 2.448 y en 2016, 2.126.
No se tienen los datos totales de 2017, pero todo apunta a que los investigados por corrupción se mantendrán en el entorno de los 2.200. Pese a ello, solo un puñado de investigados son sometidos al juicio de la sociedad y condenados por la prensa.
De los más de cinco mil casos de corrupción investigados por la justicia, solamente unas cuantas decenas han merecido la atención de la prensa y la condena social. Aquellos que han sido publicitados por los partidos políticos en sus pugnas de poder, y aquellos que algunas líneas editoriales de medios de comunicación han decidido que merecían su interesada información.

Algunos ejemplos de corrupciones olvidadas

Entre los casos que han caído en el olvido hay algunos muy destacados que en un primer momento fueron publicitados pero de los que no se hizo un seguimiento como en el caso Gürtel, Taula, Eres, Pujol,…
Llama la atención el caso de corrupción denunciado en Asturias y que afectaba al histórico líder de UGT, Justo Rodríguez Braga, y a otros cinco dirigentes y empleados del sindicato socialista en esa comunidad autónoma. Se les acusaba de haber desviado fondos de formación para financiar el sindicato y para enriquecimiento personal. Los delitos a los que se enfrentaban eran graves: contra la Hacienda Pública y falsedad documental. Se hablaba de decenas de millones de euros desaparecidos.
El tema estuvo unos días en los medios de comunicación, pero ¿alguién ha vuelto a leer algo en la prensa? Se ha saldado con algunas notas en medios locales asturianos. Ni las televisiones nacionales ni los medios de información general ha vuelto a tocar el tema.
En 2015 también fueron detenidos dos tenientes coroneles acusados de corrupción en la tramitación de contratos de Defensa. Según la información hecha pública en su momento, habrían pedido comisiones a las empresas que acudían a la licitación de contratos. Los hechos se habrían producido cuando ambos militares estaban destinados en la Subdirección de Contratación de Defensa. Fueron detenidos y enviados a prisión. Casi tres años después, ningún medio de comunicación se ha preocupado de seguir el caso. No ha habido filtraciones y la sociedad se ha quedado sin saber qué ocurrió y en qué contratos pudieron haber metido mano.
En este caso, jamás trascendió el nombre de los dos tenientes coroneles acusados, a diferencia de otros casos en los que se filtra hasta el menor detalle sobre las personas investigadas.
¿Y el caso Defex?¿Alguien se acuerda de él? La empresa estatal estaba dedicada a la intermediación en la exportación de armas. Les recuerdo el caso que ha sido olvidado por la prensa. En un contrato de venta de armas a Angola en 2012 desaparecieron 70 millones de euros del total de 153 que suponía. Tras la investigación del fiscal anticorrupción Conrado Sáiz, se descubrió una red dirigida por la sobrina de Francisco Paesa, Beatriz García Paesa, a la que se acusó de haber diseñado una trama de sociedades en paraísos fiscales para camuflar estos ingresos.
Seguimos con más ejemplos. Los puertos españoles son una fuente continuada de corrupción. Hay dos puertos del Estado -el de Musel, en Gijón; el de Pasajes, en Guipúzcoa-, en los que se investiga la comisión de todo un catálogo de delitos: prevaricación, malversación, falsedad documental, estafa, cohecho y negociaciones prohibidas. El de Barcelona acumula nueve imputados por estafa y falsedad documental. En Valencia se investiga a tres responsables por un fraude conjunto de 40 millones.
Y seguimos con los puertos: el de Palma deber responder por la desaparición de 11 millones de euros; Mahón e Ibiza deben responder de varios casos que afectan a 13 responsables en una trama conjunta. El puerto de Cartagena debe responder de unos sobrecostes no justificados de 22,5 millones en contratos realizados por el puerto. Por si fuera poco, el puerto de Algeciras ha contratado obras con sobrecostes no justificados de 67 millones de euros.
Otro caso llamativo es el que se destapó en octubre pasado en la Dirección General de Tráfico (DGT) una trama que afectaba a seis funcionarios de ese organismo -al menos cuatro eran agentes- y otras siete personas relacionadas con empresas suministradoras. En un primer momento esa trama ocupó mucho espacio en los medios y fue bautizada como “Operación Grapa”, pero una semana después ya nadie hablaba de ello.
La red había creado, supuestamente, una organización criminal que habría cometido delitos como el fraude a las administraciones públicas, prevaricación, cohecho, malversación, delitos contra la Hacienda Pública y blanqueo de capitales. Se dedicaban a conseguir contratos de suministros en diferentes sedes policiales como la Academia de la Policía de Ávila, el Complejo Policial de Canillas o la sede del GEO de la Policía.
Estos son solamente algunos casos, hay cientos, hagan ustedes la prueba: busquen un caso de corrupción del que lleven meses sin tener noticias. Después intenten buscar información y verán que la mayoría de ellos han caído en el olvido. Y luego pregúntense ¿por qué de éstos no se habla y de otros sí?
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