«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
La mayoría de los detenidos son «menas» o miembros de bandas latinas

La criminalidad se dispara en el País Vasco: los robos con violencia crecen más de un 33% en sólo tres años

Ertzaintza en Gipuzkoa. Europa Press

Los índices de criminalidad en el País Vasco se disparan alcanzando «cifras récord». Así lo recoge un informe de la Viceconsejería de Seguridad del Gobierno del País Vasco que, entre otros puntos, llega a reconocer una «tendencia al alza» de delitos en la comunidad autónoma, que se ha llegado a «consolidar» tras los incrementos registrados desde 2017.

En términos generales, las estadísticas recogen datos que dejan al margen la incidencia directa en la reducción de los delitos durante los años 2020 y 2021. En este sentido, para dar coherencia al balance de criminalidad la comparativa de datos se ha establecido tomando datos del año previo a la pandemia (2019).

Cabe destacar un notable incremento de las imputaciones que se han registrado por delitos de diversa naturaleza. Así, pasan de 28.951 en 2019 a las 34.589 registradas durante el año 2022, suponiendo un incremento de casi un 20%. Por otro lado, y en lo que se refiere a las infracciones penales, éstas pasan de las 92.423 en 2019 a las 99.092 el pasado año, registrándose un incremento de un 7%.

Aumento de la criminalidad en el País Vasco 2019 – 2022
Fuente: Viceconsejería de Seguridad del Gobierno del País Vasco

2022, el año más criminógeno de la última década

En cuanto a las citados ilícitos penales, la Viceconsejería de Seguridad Ciudadana del País Vasco destaca que «las 99.092 infracciones penales conocidas por la Ertzaintza» sitúan el año 2022 como «el más criminógeno de la última década». Se registró una tasa de 44,88 delitos por 1000 habitantes, superando en tres puntos la registrada en 2019.

El dato más alarmante está en el incremento de los robos con violencia o intimidación, que —según el informe consultado por La Gaceta de la Iberosfera— crecen un 33,5% (con 544 casos más en comparación con 2019). Los delitos de lesiones se disparan por encima del 20% (con 1.405 más) y los delitos contra la libertad sexual se ven incrementados en un 27% (166 más) con respecto a registros anteriores a la pandemia.

Menas y bandas latinas

Fuentes de la Ertzaintza confirman que la mayoría de la delincuencia común viene dada por el incremento de menores extranjeros no acompañados en el País Vasco. «Los centros están sobrepasados y los tutores no tienen poder sobre ellos. Estudiar no entra dentro de sus planes y salen a delinquir», aseveran.

Por otro lado, desde la Viceconsejería de Seguridad reconocen la expansión de lo que ellos denominan «grupos juveniles» de «composición multiétnica» y «diferentes rangos de edad». Respecto a dichos grupos apuntan hacia «un empleo reiterado de armas prohibidas y objetos peligrosos» y «una aparente sensación de impunidad entre sus miembros».

Desde la Ertzaintza confirman que este tipo de «grupos juveniles» viene conformado en gran medida por jóvenes «de procedencia sudamericana» que «copian elementos de conducta traídos de su país de origen». Es el mayor problema para los agentes que, preguntados por esa supuesta «sensación de impunidad», confirman que se debe a la «tibia» actuación por parte de la Fiscalía de Menores. «Los atestados normalmente quedan en papel mojado», concluyen.

En cuanto a la tipología delictiva, fuentes de la Ertzaintza reconocen que entre los robos con violencia hay un alto índice de implicados de origen magrebí. Por su parte, en los robos a domicilios la mayoría de involucrados son magrebíes y ciudadanos del este. Así, en los casos de violaciones se ven envueltos mucho más los individuos de origen magrebí y sudamericano. En última instancia se sitúan «robos al descuido» y en empresas con material industrial, donde la mayoría de los encausados son de etnia gitana.

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