Las tres provincias vascas cerraron 2023 en niveles máximos de delitos. Según publica este miércoles el diario El Correo, la Policía autonómica registró el pasado ejercicio más de 105.800 infracciones penales. Esto supone un incremento del 6,8% sobre el mismo tipo de crímenes de 2022, cuando se registraron 99.000. Un aumento muy notable ya que 2022 marcó el año «más criminógeno de la última década».
La misma información afirma las estadísticas recogidas por la Policía autonómica —sin los datos de las policías locales y del resto de fuerzas de seguridad— evidencian que la criminalidad creció aún más en 2023, aunque no de forma homogénea en todos los tipos de delito. Mientras que los robos con violencia descendieron levemente de 2.130 a 2.040, aumentaron los robos en domicilios, las lesiones y los delitos contra la libertad sexual. Es decir, los delitos más graves.
La Ertzaintza registró en las tres provincias vascas 16.000 delitos más que en 2021 y unos 7.500 más que en 2019. Según la viceconsejería de Seguridad, el aumento fue especialmente «preocupante» en los robos con violencia (aumento del 33,5%), las lesiones (21%) y los delitos contra la libertad sexual (27%).
La mayoría de los delitos se trataron de infracciones contra la propiedad, como hurtos, robos con fuerza… Los delitos que atentan directamente contra las personas supusieron el 10% del total estadístico en las cuatro provincias vascas.
Uno de los casos más notorios ocurrió a principios de 2024. La Ertzaintza detuvo a dos adolescentes de 16 y 17 años acusados de una agresión sexual a una menor en un baño público en Barakaldo. La agresión tuvo lugar el 4 de enero y los agresores obligaron a la niña practicarles sexo oral y la violaron, según consta en la denuncia.