El 20% de las personas indigentes de Vizcaya son jóvenes inmigrantes ilegales que se quedan sin recursos de la administración al cumplir los 18 años. Esto sucede en otras comunidades, como Melilla, y después se trasladan a la comunidad autónoma vasca. A pesar de que la provincia dispone dispone de más 700 plazas de alojamiento para personas ‘sintecho’, según el diario Deia, esta problemática no para de crecer.
El lunes la responsable de Empleo, Cohesión Social e Igualdad, Teresa Laespada, hizo públicos los datos recogidos en la II Estrategia Vasca contra la Exclusión Residencial Grave. Muchos inmigrantes acaban abocados a vivir en la calle como indigentes. Laespada compareció a petición de EH Bildu para explicar la estrategia del Ejecutivo vasco para afrontar la falta de vivienda.
El problema en la región es especialmente grave si tenemos en cuenta que en los últimos diez años se han duplicado. Los indigentes pasaron de 1.704 a 3.380 —1.669 de ellos en Vizcaya—, los que duermen a la intemperie, de 243 a 658 —de nuevo 340 de ellos en la provincia—. Un incremento que tiene mucho que ver con los flujos migratorios, sobre todo con la llegada de jóvenes extranjeros.
Según la responsable «el incremento de las personas en exclusión residencial grave en Euskadi viene vinculado, fundamentalmente, por la población migrante». Los datos así lo confirman. En las tres capitales vascas, el peso de las personas de origen extranjero entre las personas sin techo ha pasado del 63 al 78% en seis años, según la misma información de Deia. Entre 2018 y 2022, el número de personas autóctonas en situación de calle en las tres capitales de la CAV se ha reducido de 216 a 189. Además, el de personas de origen extranjero ha crecido casi un 50%.
