El presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, perdió más de 132.000 votos desde 2015 —año en el que su formación ganó las elecciones con Juan Vicente Herrera como candidato, el 37,73% de los votos y 42 procuradores— y quizás no tenga 100% garantizada su candidatura en los comicios del próximo año.
Ha abocado a la región a no tener presupuestos hasta el año 2027, un hecho criticado por VOX, que en palabras de su portavoz en las Cortes, David Hierro, considera un «suicidio» que la región pueda pasar dos años más sin nuevas cuentas, recuerda la «obligación» de presentarlas y exige al PP que pida lo mismo a Mañueco que a Pedro Sánchez.
La oposición de VOX, que denuncia a la vez el sometimiento del Gobierno en minoría del PP a la agenda migratoria y climática que dicta Bruselas, le ha llevado a atacar a la formación liderada por Santiago Abascal. «Ustedes no se merecen el apoyo que tuvieron y lo perderán dentro de poco», afirmó Mañueco el pasado martes.
VOX logró en 2019 entrar en las Cortes de Castilla y León con 1 procurador y el 5,50% de los votos; el PP, con Mañueco, logró 433.900 votos (80.300 menos que en 2015) y 29 procuradores (13 menos), y por primera vez en décadas no fue la formación más votada.
En 2022, VOX subió a 13 escaños y consiguió 214.600 votos (12 procuradores y 138,900 votos más). El PP, por su parte, se hizo esta vez con la victoria, pero con casi 51.800 votos menos. Es decir, desde las elecciones de 2015 el Partido Popular perdió en Castilla y León 132.144 votos.
La región inició el año con el presupuesto prorrogado, algo que se repitió por quinta vez en los últimos seis años, aunque el Ejecutivo no prevé adelantar los comicios. «La legislatura termina en primavera de 2026 y en esa fecha serán las elecciones», señaló Mañueco recientemente. Sólo valora un adelanto si Sánchez convocara a todos los españoles a las urnas en unas elecciones generales.
