«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
En Sopuerta, un inmigrante ilegal intentó agredir a un educador con un palo

La Ertzaintza decomisa móviles robados, hachís, marihuana y barras de hierro en el registro a un centro de menas de Bilbao

Menas en un centro de menores del País Vasco. Redes Sociales

La saturación y los constantes conflictos en los centros de menas de Vizcaya están alcanzando niveles preocupantes. Según fuentes policiales, el centro de primera acogida de Amorebieta, con capacidad para 34 menores, ha llegado a albergar a más de 200 jóvenes, lo que obliga a muchos a dormir hacinados en colchones. Este incremento en la llegada de menores no acompañados, que se ha duplicado en un año, pasando de 300 a 600, ha sido calificado como una situación de «excepcionalidad» por las autoridades, quienes han anunciado la apertura inmediata de nuevos centros de acogida.

En este contexto, la Ertzaintza ha llevado a cabo diversas intervenciones. La última, realizada hace aproximadamente dos semanas, surgió a petición de los responsables del servicio, gestionado por una empresa subcontratada por la Diputación vizcaína. La actuación se motivó por un incidente durante la cena, cuando algunos menores encendieron petardos dentro del edificio, incumpliendo las normas internas. Este tipo de comportamientos son especialmente alarmantes, ya que el centro ha sufrido varios incendios intencionados en el pasado, uno de los cuales obligó a su cierre temporal y una reforma integral del inmueble.

Durante el registro, los agentes incautaron una docena de teléfonos móviles de sospechosa procedencia, pequeñas cantidades de hachís y marihuana, así como objetos peligrosos, entre ellos barras de hierro, un martillo y numerosas tijeras. Este no es el primer operativo de estas características: en enero, una operación similar en busca de drogas y armas sólo resultó en el hallazgo de algo de hachís.

Mientras tanto, en el centro de menores de Sopuerta, la intervención policial también fue necesaria el pasado jueves. En esa ocasión, un joven de 17 años amenazó a un educador con un palo, lo que llevó a la identificación del menor por delitos de amenazas e intento de agresión.

El aumento en la llegada de menores no acompañados ha llevado al lehendakari Imanol Pradales a exigir al Gobierno central una distribución más equitativa entre comunidades autónomas. Según denunció, mientras Vizcaya acoge una cantidad desbordante de estos menores, regiones como La Rioja apenas registran su llegada. Este desbalance ha generado un llamamiento urgente para implementar medidas que alivien la carga en los centros del territorio.

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