Muchos catalanes han perdido el miedo, se juegan el pellejo y dan la cara con el riesgo de que se la partan -muchas veces es literalmente-.
La ovación de La Gaceta de la semana es para los valientes que retiran los lazos amarillos colocados en solidaridad con los golpistas presos, para los que demuestran que no hay una única Cataluña, «un sol poble», como repiten constantemente los partidarios del delirio secesionista.
Han perdido el miedo, se juegan el pellejo y dan la cara con el riesgo de que se la partan -muchas veces literalmente-. Uno de estos grupos se hace llamar ‘Els Segadors del Maresme’ y esta semana «limpió» las playas de cruces y hasta retiró un plástico amarillo del Sagrado Corazón de Jesús de Teià, una localidad de la provincia de Barcelona. Los «brigadistas» sufrieron golpes y patadas, unos ataques que les llevaron a interponer cuatro denuncias, pero reiteran que «nunca decaerán».
Los cínicos que aplaudieron que el pasado mes de septiembre Àngels Martínez, entonces diputada podemita en el Parlament, decidiera hacer desaparecer las banderas de España que los diputados del PP habían dejado en sus escaños tras negarse a participar en la votación de la ley del referéndum, mientras este viernes censuraron y descalificaron a Carlos Carrizosa, portavoz de Ciudadanos, por retirar un lazo amarillo de la bancada del hemiciclo reservada a los consejeros que se encuentran en prisión preventiva por un delito de malversación y rebelión, se hacen merecedores de la bronca.
En Cataluña si defiendes algo tan de sentido común como que las instituciones no son de los del lazo amarillo, sino de todos los catalanes, te amenazan. Que sepan que no habrá amenaza, insulto ni ataque que pueda callar la voz de los que apostamos por la unión y la convivencia. pic.twitter.com/2PIGf4G6ai
— Carlos Carrizosa (@carrizosacarlos) 25 de mayo de 2018
Puigdemont señala y las hordas atacan
El prófugo Carles Puigdemont ha tildado la retirada del símbolo, que ha motivado la suspensión del Pleno por parte del presidente de la Cámara, Roger Torrent, de «deriva nacionalfalangista» y el portavoz adjunto de JxCat, Eduard Pujol, ha acusado a Carrizosa de tener «actitudes fascistas».
Mientras, las hordas anónimas han pasado de los insultos a las amenazas. «Acabas de sentenciar tu vida, valiente hijo de p***», ha dicho un internauta. Otros, caracterizados virtualmente con el lazo, le han llamado «putero» o «colono».
Carrizosa marcando camino a sus «komandos» de encapuchados #colonos #parlament pic.twitter.com/lqwyGVSatl
— House of CAT🎗 (@Houseof_CAT) 25 de mayo de 2018
Deplorable espectacle del putero de @CiutadansCs avui al @parlamentcat això només ho fan els mal nacuts i fills de puta #aporcarloscarrizosa
— República2018 (@daper72) 25 de mayo de 2018