«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

La Fiscalía exime al rey Juan Carlos de los hechos revelados por Corinna

La Fiscalía no ve delito en los hechos revelados por la amiga de Juan Carlos I Corinna zu Sayn-Wittgenstein en una conversación con el excomisario José Villarejo, salvo un posible delito de corrupción en la obra del AVE a La Meca, aunque incluso en este caso destaca que el rey emérito era entonces inviolable.

En una nota, Anticorrupción informa de que ha pedido al juez del caso Tándem, Diego de Egea, el archivo de la pieza llamada Carol, que versa sobre esa conversación grabada en Londres en 2015, antes de la abdicación de Juan Carlos I, por lo que en ese momento, destaca la Fiscalía, el rey emérito era aún inviolable.

Indicios de delito por lo del AVE

De las revelaciones de Corinna solo ve indicios de un delito en las transacciones internacionales en las posibles comisiones pagadas en la adjudicación del AVE, si bien cree que estos hechos se deben investigar en una causa aparte al no guardar relación con el caso Villarejo.

En la conversación, Corinna habla de un terreno en Marruecos a su nombre que la mujer atribuye al rey, de cuentas en Suiza que habría tenido el monarca y del contrato del AVE en Arabia Saudí, que fue adjudicado en octubre de 2011 a un consorcio de doce empresas españolas, entre ellas OHL.

Sobre el terreno y las cuentas, la Fiscalía cree que no hay suficientes indicios para abrir una investigación penal y que en todo caso lo podría investigar la Agencia Tributaria, pero ve «más concretas» las referencias de Corinna a comisiones ilegales que se pudieron pagar en la obra ferroviaria.

En la conversación, Corinna se refiere al pago de comisiones por empresas españolas «para el tren», que habrían ascendido a 80 millones de euros abonados a la mujer de un empresario saudí, quien habría entregado la mitad a un empresario español y éste a su vez le habría dado todo, o parte, a don Juan Carlos.

Sin embargo, la Fiscalía cree que los indicios de la «eventual intervención» del rey emérito en estos hechos posiblemente delictivos son «extraordinariamente débiles, pues consisten en la mera referencia que hace una persona (Corinna), que no aparece directa ni indirectamente implicada en los pagos, y que tampoco manifiesta la razón de su conocimiento».

Para la Fiscalía, «sí parece procedente iniciar una investigación» sobre estos hechos pero al margen del caso Tándem, ya que «no tienen ninguna conexión con el mismo».

Señala que para abrir una eventual investigación haría falta una querella de la propia Fiscalía en la que se fundamentasen los «indicios de criminalidad» y se valorase la competencia española para juzgar unos hechos cometidos fuera del país, que se encuadraría en el ámbito de la justicia universal.

Por ello, pide al juez de la Audiencia Nacional que remita a Anticorrupción toda la documentación relativa a esta pieza, con el objeto de valorar si procede presentar una querella por delitos de corrupción en las transacciones internacionales y cohecho.

Sobre el terreno en Marrakech, Corinna dice en la conversación que se puso a su nombre y le pidieron transmitirlo a un familiar del rey emérito, lo cual, a juicio de la mujer, era «blanqueo», pero para los fiscales «no existe ningún elemento que permita colegir que tal terreno proceda de una actividad ilícita».

La Fiscalía cree que esta cuestión «no resulta susceptible de investigación en sede penal», aunque admite que los hechos podrían ser constitutivos de infracción fiscal.

Argumenta para ello las propias palabras de Corinna en la conversación, cuando dice: «Me las han puesto (…) no porque me quiere mucho. Es porque soy residente en Mónaco, entonces no tengo el problema de declarar».

En cuanto a las cuentas, Corinna relata a Villarejo que un pariente del rey emérito que residía en Mónaco figuraba como titular de algunas cuentas en Suiza de Juan Carlos I y que además le pagaba determinados gastos.

Según la Fiscalía, en la conversación el excomisario añade que «algunas de las cuentas que tiene el Rey (emérito) es con nombre falso, que le habría proporcionado el director del CNI».

Estos datos, dicen los fiscales, aluden «a una posible cuestión fiscal que no es susceptible de mayores indagaciones», y además no se aportan datos específicos de las cuentas para poder dirigirse a las autoridades suizas y pedirles información.

Ello sin perjuicio, dicen, «de las actuaciones que pueda llevar a cabo en sede administrativa la Agencia Tributaria».

La Fiscalía destaca que dentro de la grabación se habla de otro asunto que no atañe a don Juan Carlos pero que también se podría investigar por cohecho en causa aparte, al haberse cometido fuera de España.

Se trata de un posible encargo que le habría hecho Corinna a Villarejo sobre un ciudadano británico, relacionado con un terreno en España que tendría problemas con Hacienda, aunque se desconoce si Villarejo o su socio lo llevaron a cabo.

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