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Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

La Generalitat del 155 acosa a un profesor por dar clases en castellano

Francisco Oya ha sido visitado hasta por tres inspectores diferentes y amonestado por, entre otras cosas, desmentir las falsedades históricas del separatismo en las aulas.

Luchar contra las mentiras del separatismo puede salir muy caro. Enmendar los aspectos falsos de la historia de Cataluña construida por los ‘indepes’, ladrona de personajes históricos de otras regiones y usurpadora de realidades ajenas al catalanismo, podría costarle el puesto a Francisco Oya.
Este docente que preside la asociación Profesores por el Bilingüismo está siendo perseguido por la Generalitat -la de ahora, la del 155- por impartir clases en castellano y rebatir el ‘supremacismo’ catalanista, según OkDiario.
Oya, que también forma parte de Historiadores de Cataluña, recaló en el IES Boscá de Barcelona en 2017 tras 33 años de trayectoria profesional. El docente nunca ha escondido sus opiniones y las ha compartido en redes sociales, lo que provocó las primeras desavenencias con el director del centro, Ignacio García de Barrera.

Las clases, con un libro de la ANC

El profesor debe impartir sus clases, según el citado diario, con un libro de texto firmado por el vicepresidente de la ANC, Agustí Alcoberro, que repite uno a uno los tópicos y falsedades históricas del separatismo catalán. Para contrarrestarlo, decidió complementar el manual impuesto con otros materiales para comentarlos con los alumnos.
Algunos estudiantes de Bachillerato, próximos a la CUP y ERC, se quejaron a la dirección del centro, que decidió poner la situación en conocimiento de la Consejería de Educación.
El 13 de febrero -con la Generalitat intervenida por el 155- llegó la primera inspectora, que se quejó al escuchar a Oya dar las clases en castellano: ‘’eso puede resultar punible’’, escribió en su informe. Tiempo después, tras las quejas interpuestas por la inspectora, llegaron dos nuevos enviados de la Generalitat. El docente se negó a responder a las preguntas porque había exigido la presencia del jefe provincial del sindicato CSIF en sus próximas entrevistas con los inspectores , algo que no se respetó.
Ante su negativa, los inspectores el trasladaron que se le iba a abrir un expediente informativo, algo que se produjo el pasado 4 de abril, cuando otro enviado de Educación le puso una amonestación.
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