La Generalitat de Cataluña sometió a la enfermera gaditana que criticó en un vídeo en TikTok la exigencia del C1 de catalán para opositar a un interrogatorio íntegro en esta lengua a pesar de que no la entendía.
Desde el hospital de Vall d’Hebron, en el que trabajaba la sanitaria hasta que acabó su contrato a finales de marzo, han denunciado el «tono policial y muy agresivo» que el responsable del Gobierno autonómico empleó para interrogar a la enfermera, que necesitó de la ayuda de su letrada para entender las preguntas que le trasladaron en el marco de la investigación contra ella, según publica El Mundo.
El interrogatorio a la enfermera y a sus tres compañeras que aparecen en el vídeo constó de 40 preguntas, duró aproximadamente 50 minutos y no contó con preguntas relacionadas con su actividad profesional. El Gobierno catalán está tratando la cuestión, está en manos del Instituto Catalán de la Salud (ICS), como «información reservada».
VOX reclama la comparecencia del consejero
El grupo parlamentario VOX en el Parlament ha reclamado la comparecencia del consejero, Manel Balcells, en la Comisión de Salud para dar explicaciones sobre esta cuestión.
Asimismo, ha preguntado por los criterios seguidos en la gestión del caso y ha pedido que comparezcan el director gerente del ICS, Ramon Canal; el gerente y el secretario del hospital Vall d’Hebron de Barcelona, Albert Salazar y Jordi Capdevila, respectivamente; y el instructor del ICS, Enric Juvé.
La diputada de VOX María García Fuster ha defendido que «el conocimiento o el nivel de catalán no debe ser una condición para acceder a una plaza de la administración pública» —algo que vulnera los criterios de igualdad– y ha calificado de indecente la reacción de la Consejería.
En esta línea, ha reivindicado que los profesionales sanitarios «tienen el derecho a utilizar la lengua —oficial— que estimen necesaria para comunicarse con los pacientes sin que sea aceptable ningún tipo de presión por parte de la administración».