«Ser es defenderse», Ramiro de Maeztu
Este artículo se publicó en La Gaceta antes de convertirse en La Gaceta de la Iberosfera, no siendo entonces propiedad de Fundación Disenso.

La Generalitat se ha fundido 500 millones en TV3 en menos de dos años

La Generalitat se fundió 245,2 millones de euros en 2017 en la CCMA, entidad que engloba a TV3, Catalunya Ràdio y los medios digitales públicos, y más de 250 en lo que va de 2018.

Las cuentas de 2017 se desglosan de la siguiente manera: 236,6 millones en forma de subvención anual ordinaria, 4 millones de euros para costear la paga extraordinaria, otros 3,5 millones para reforzar la parrilla y un millón cien mil para compensar las pérdidas que lleva arrastrando.
Pero la lluvia de millones no queda ahí porque, tal y como recoge El Español, la televisión pública recibió este 2018 una aportación de 231,2 millones y otros 20 adicionales que el nuevo presidente regional, Quim Torra, firmó nada más llegar al cargo. En total, cerca de 500 millones de euros de dinero público en dos años.
La cifra es estratosférica si se compara con la Radio Televisión Pública Española, que recibió del erario público 684 millones entre 2017 y 2018. Y es que Partido Popular, PSOE y Ciudadanos pactaron no intervenir los medios públicos catalanes en virtud de la aplicación del artículo 155. Durante el periodo que Moncloa dirigió las cuentas de la Generalitat se mantuvo este riego sistemático de dinero público a TV3.
La situación de la corporación, según explica el diario, es muy complicada y pese a las continuas inyecciones de millones, no termina de levantar cabeza. Una de las razones, por ejemplo, es el excesivo gasto en el que incurre en las partidas destinadas al pago de salarios de la plantilla. Entre 2016 y 2017 este gasto aumentó un millón y medio de euro (31,4-32,9) a pesar de que la plantilla se ha reducido ligeramente. El periodo estudiado por el diario coincide directamente con la fase incipiente y el desarrollo del ‘procés’.

La última inyección, 20 millones

En un comunicado, el PP denunció hace unos días la decisión adoptada por el Govern de inyectar 20,4 millones de euros a TV3, a través de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA), para compensar el impacto que ha tenido en las cuentas de la cadena los cambios en la deducción del IVA y evitar que «la programación de otoño o la contratación externa se paralice», según explicó la consejera de la Presidencia, Elsa Artadi.
Tras la decisión, el director de Catalunya Radio, Saül Gordillo, ha comunicado la renovación del contrato de Mónica Terribas para dirigir ‘El Matí de Catalunya Radio’ la próxima temporada. En este sentido, ha manifestado que los resultados del último Estudio General de Medios (EGM), que otorgaron al espacio el mejor dato de la historia con 574.000 oyentes, la avalan.
Terribas es conocida por su activismo separatista: comparó al expresidente del Gobierno Mariano Rajoy con yihadistas y demostró su miseria moral tras el asesinato del pequeño Gabriel, de ocho años, al asegurar que «en este mundo interconectado que tenemos, los fabricantes de armas, también españoles, venden armas a países donde también mueren criaturas tan inocentes e indefensas como el mismo Gabriel (sic)».

El sueldazo de Rahola


La periodista y activista secesionista Pilar Rahola cobra 30.000 euros por la sección que hace en el programa ‘Tot es mou’ de la cadena pública TV3, según el contrato que está publicado en el portal de la transparencia de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (CCMA).
Esta fechado el 19 de febrero de este año y tiene una duración de medio año, por lo que cobra unos 5.000 euros al mes.
La periodista compagina ‘Hola Rahola’, un ‘miniespacio’ que se emite de lunes a jueves en el que comenta la actualidad de la jornada y responde a las preguntas de los ciudadanos, con su intervención semanal en ‘Preguntes freqüents’, aunque en este caso se desconoce la remuneración ya que cobra a través de la productora El Terrat.
En sus intervenciones en la cadena pública hace apología del golpe de Estado y defiende a los violentos Comités en Defensa de la República asegurando que «son un movimiento cívico y de buena gente» y que sus acciones «sirven para defender la justicia, la democracia y la dignidad».

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