El teléfono móvil del fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz, incautado durante el registro de su despacho institucional por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, ha aparecido completamente borrado. Este hallazgo contrasta con los mensajes recuperados del terminal de Pilar Rodríguez, fiscal provincial de Madrid, en los que se encuentran comunicaciones con García Ortiz y otros miembros del Ministerio Público cercanos a la cúpula fiscal.
Según ha adelantado El Debate, estas conversaciones están relacionadas con la nota de prensa que llevó a la imputación de ambos fiscales por un supuesto delito de revelación de secretos. La investigación apunta a que los intercambios entre Rodríguez y su superior, así como con otros integrantes del órgano fiscal, podrían ser clave para determinar si se produjo alguna irregularidad en la difusión de información reservada.
Mientras los mensajes de Rodríguez han sido localizados y forman parte del sumario, la ausencia de datos en el dispositivo de García Ortiz ha generado nuevas dudas sobre su implicación en el caso. Fuentes cercanas a la investigación consideran «sorprendente» que el móvil del máximo responsable del Ministerio Público esté completamente vacío de información relevante, dado el contexto de la imputación.
El caso ha puesto en el punto de mira a los dos altos cargos de la Fiscalía, en un proceso judicial que promete tener repercusiones dentro de la institución y que podría derivar en una evaluación más amplia de las prácticas internas en el manejo de información confidencial.
