La Guardia Civil ha descartado la teoría de que grupos de «ultras de extrema derecha» estuvieran detrás de los incidentes ocurridos durante la visita de los Reyes, el presidente Pedro Sánchez, y el presidente de la Comunidad Valenciana, Carlos Mazón, a Paiporta (Valencia) tras la DANA. Según fuentes cercanas a la investigación, citadas por El Mundo, «en ningún momento hemos encontrado un sólo indicio que apuntara en esa línea».
La comitiva, que incluía al Rey Felipe VI, el presidente Sánchez y Carlos Mazón, fue recibida con gritos de protesta y lanzamientos de objetos por parte de numerosos vecinos y voluntarios de Paiporta, que manifestaban su descontento. Entre los gritos se escucharon acusaciones como «fuera» y «asesinos«, en medio de una gran indignación por la situación tras la catástrofe.
Tras los disturbios, la Guardia Civil recopiló videos de redes sociales y medios para analizar los eventos y ha identificado a varias personas implicadas, algunas de ellas detenidas. La mayoría de los participantes en las protestas resultaron ser vecinos de la zona y voluntarios, incluso personas de edad avanzada, según el informe.
El incidente llevó al Juzgado de Instrucción número 3 de Torrent a abrir una investigación, acusando a los implicados de delitos de atentado, desórdenes públicos y daños. Durante los disturbios, un escolta de la Reina Letizia resultó herido en la cabeza, y la tensión en el ambiente obligó a posponer la visita programada en Chiva. Los Reyes decidieron permanecer en Paiporta para intentar dialogar con los ciudadanos, mientras que Sánchez fue evacuado de acuerdo con el protocolo de seguridad.
El presidente del Gobierno calificó los incidentes de «absolutamente marginales» y señaló que era importante diferenciar la «ira legítima» de los afectados por la DANA de la posible actuación de «grupos ultras organizados» que, según él, intentaban dañar a las autoridades presentes. No obstante, el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, reconoció que los manifestantes eran una «minoría violenta» y mencionó una cierta organización, aunque aclaró que no podía confirmar una conexión directa con grupos de extrema derecha, postura que también compartió la directora de la Guardia Civil, Mercedes González.